Conoce a Cala, el nuevo protagonista del Getafe

BeSoccer hace 8 años 430
Juan Cala, del Getafe. Twitter

"Tengo muy claro lo que quiero, deseo hacerme fuerte en la defensa y en el club. Y, sobre todo, ganar la estabilidad que no he tenido en el último año y medio por mis problemas extradeportivos". Así hablaba Juan Cala después de encadenar su sexto partido como titular en el Getafe, donde por fin ha conseguido un hueco entre los once mejores.

Después de un inicio de curso desalentador para el zaguero sevillano en el que prácticamente vio casi todos los partidos del Getafe desde la grada, ahora se ha convertido en una figura indispensable para Fran Escribá.

El técnico del cuadro azulón tenía escondido a un central más que solvente con un carácter ganador y con una mentalidad a prueba de fuego que ahora brilla en su equipo. Pese a todas las adversidades, Cala nunca bajó la guardia y su trabajo en los entrenamientos, siempre incansable, sirvió para no defraudar a Escribá cuando requirió su presencia.

Hasta no hace mucho, Cala era el cuarto central del Getafe. Tenía por delante a Alexis Ruano, al uruguayo Emiliano Velázquez y al argentino Santiago Vergini, "El Flaco", una de las cesiones veraniegas que reforzaron al club del sur de Madrid.

Los tres cerraron las puertas a un jugador que jugó por primera vez en la décimo segunda jornada tras la sanción de Alexis y una lesión de Vergini. Cala fue de los mejores, aprovechó su oportunidad y ya no ha vuelto a salir del césped.

Hasta ese día, y como explicó después de empatar 0-0 ante el Deportivo, su vida deportiva no fue muy fácil. Sus últimas dos temporadas fueron un caos y una montaña rusa de emociones.

Después de cuatro temporadas en el Sevilla en las que no acabó de cuajar y de un gran año en el AEK de Atenas, acabó en el Cardiff City en febrero de 2014. Con el conjunto galés no consiguió la permanencia en la Premier League. Sin equipo, se entrenó con el Getafe con la intención de jugar en el club a partir del mercado de invierno del curso 2014/15.

Sin embargo, la falta de liquidez de la entidad de Ángel Torres obligó a Cala a jugar en el Granada las últimas jornadas del pasado curso. Aunque el club nazarí consiguió la salvación, Cala vivió momentos agónicos.

Su llegada al Getafe, que por fin este verano se hizo con sus servicios, dio esperanzas a un jugador que vio como éstas se desvanecieron tras doce jornadas viviendo en el olvido. Pero al final, su esfuerzo tuvo su premio. Sin pelos en la lengua, Cala, siempre muy claro cuando habla, reconoció que una de las claves para disfrutar de minutos residió en las lesiones y en las sanciones de sus compañeros.

"Ojalá que sea titular hasta el final. Tenemos una plantilla amplia y está claro que si no hay lesiones o expulsiones, los que no juegan es imposible que entren. Por eso nunca temo que haya lesiones. Una lesión, por ejemplo, de Víctor o Lafita, entra Yoda y nos da un rendimiento de la ostia", declaró.

"Es normal que haya lesiones. Si no hay lesiones entre los once y ya me diréis como entro en el once titular para intentar hacerlo bien o intentar dar el nivel del otro compañero", agregó.

Su nuevo estado se refleja en su rostro. Cala es feliz. Vuelve a sentirse futbolistas. Desde aquel partido ante el Rayo, no ha vuelto a salir del once. Jugó ante el Villarreal, el Real Madrid, la Real Sociedad, el Valencia y, ayer, contra el Deportivo. Siempre titular.

Y, además, se atreve a hacer jugadas dignas de maestros como el brasileño Romario, cuando sentó a Rafael Alkorta en un clásico con su famosa "cola de vaca". Cala se la hizo a un jugador del Deportivo, con túnel incluido, en la banda izquierda del cuadro gallego. Su jugada casi acaba en gol, pero él se refiere a ella con sorna.

"Si la ensayo antes, me caigo de cabeza. Cuando tienes confianza, te atreves a más cosas. Es verdad que en otros partidos no me habría atrevido. Pero vas cogiendo confianza y te vas atreviendo", dijo Cala sobre su movimiento que en el vestuario ya bautizaron como la "Calinha" o la "Cala de vaca".

El próximo objetivo del sevillano será jugar en El Molinón el próximo lunes. Pero también tiene más amplitud de miras: "Ojalá esto dure. Estoy muy contento con el club, con el entrenador y quiero quedarme muchos años". Cala es feliz y lo es por una simple razón: ya no vive en el ostracismo más absoluto. Es protagonista.

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