La planificación del Atlético de Madrid para su zona medular ha dado un vuelco en cuestión de unas horas. Después de que la prensa nacional apuntara a que la directiva de Enrique Cerezo tenía atado a Javi Guerra, del Valencia, para cubrirse las espaldas a la espera de que Conor Gallagher aceptara o no su oferta, Fabrizio Romano confirmó que sí que lo ha hecho. Pronto, dejará el Chelsea por 40 millones de euros.
El periodista italiano detalla incluso quiénes han negociado el acuerdo. Son Ali Barat, de 'Epic Sports', y Paul Nicholls, de 'Elite Management Agency'. Nicholls se encarga de una amplia cartera de futbolistas en la que se encuentra el aún pupilo de Enzo Maresca y cuenta con experiencia en destinos interesantes como la academia de jóvenes promesas de David Beckham, conque es una figura reconocida en Gran Bretaña.
Esta será la tercera incorporación 'colchonera' del verano tras las de Robin Le Normand -Real Sociedad, 34.5 millones de euros- y Alexander Sorloth -Villarreal, 32 millones de euros-. Los jefes 'colchoneros' han reforzado prácticamente todas sus líneas con el resquemor de que su prioridad para la delantera, Artem Dovbyk, prefiriera a la Roma tras dejar un Girona en el que se proclamó 'Pichichi' 23-24.
A la espera de que Conor Gallagher respondiera al Atlético de Madrid, el club de la capital había amarrado a Javi Guerra por 25 millones de euros, así que es bastante probable que esta vía quede muerta y el joven 'che' se quede en Mestalla. Esto supondrá una buena noticia en lo deportivo para Rubén Baraja, que no se despedirá de un miembro de la hornada de talentos de futuro que le caracteriza, pero quizá una mala en lo presupuestario, pues el Turia podría haber ganado mucho margen con esta venta.