Philippe Coutinho no levanta cabeza con el Aston Villa. Después de perderse el tramo final de la pasada temporada por una lesión en la corva que confirmó su entrenador, Unai Emery, en una de sus varias ruedas de prensa, parecía empezar este nuevo curso con continuidad, pero su progresión se vio lastrada en el segundo compromiso de su equipo, contra el Everton. Entró al campo en el 64' y, en el 85', tuvo que ser sustituido por un problema físico.
La sensación es de que ha recaído de su dolencia anterior, pues sus gestos de dolor se hicieron bastante visibles y serios. La mala fortuna se ha cebado con él, pues la realidad es que su técnico no estaba forzándole demasiado ni en estas primeras semanas de competición ni en los compromisos amistosos para preparar el año deportivo, en los que no fue titular ni ante el Fulham, ni el Brentford, ni la Lazio ni el Valencia.
Desde Barcelona, también estarán atendiendo a este contratiempo con rictus de frustración, pues, en el actual mercado de fichajes, se estaba conjeturando con la posibilidad de que el exazulgrana firme con algún equipo de la Liga Saudí, lo que podría reportar un ingreso interesante a las arcas de la Ciudad Condal en materia del porcentaje por futura venta que se acordó cuando el centrocampista se fue a la Premier League por 20 millones de euros.
Para Unai Emery, la noticia también es pésima, pues había estado dando entrada a Coutinho siempre que el físico se lo permitía y apuntaba a ser una pieza interesante en su proyecto de esta temporada. La directiva le ha provisto de varios refuerzos de enjundia y, con el ex del Liverpool a su máximo nivel, había motivos para esperar mucho del centro del campo 'villano', que encuentra un nuevo percance y poco margen de maniobra en la ventana de traspasos.