Tras una buena remesa de partidos poniéndolo como titular para intentar recuperar su confianza, en Lyon fue suplente. Valverde demostró que Dembélé es innegociable en el trío de ataque y prefirió a Sergi Roberto para la medular.
La vida de Coutinho en el Barcelona es una sucesión de oportunidades perdidas. Su crédito ante aficionados y prensa había bajado bastantes enteros. Ernesto Valverde, no obstante, lo estaba manteniendo en el once para que no se le cayera del todo. Pero este martes todo cambió.
Por si no estaba claro, en el momento en que Ousmane Dembélé se recuperara iba a completar el tridente de ataque con Leo Messi y Luis Suárez. La ventana que se abría en el centro del campo, especialmente con Arthur lesionado, se cerró de par en par para el brasileño.
Se esperaba que el 'Txingurri' apostara por Arturo Vidal, más aún pensando en contener el ímpetu del Olympique de Lyon. Pero prefirió más control. Y en esa labor, que podría haber realizado perfectamente Coutinho, el técnico se decantó por Sergi Roberto.
Aunque terminó entrando en la segunda mitad y hasta dispuso de una oportunidad con un zurdazo que obligó al meta del Lyon a volvar para despejar la bola, queda claro que tanto mal partido está teniendo el peaje de la falta de confianza. Incluso por parte del que más apostaba por él.