Philippe Coutinho acabó marchándose del Barcelona, donde no pudo mostrar su máximo nivel. Su destino fue el Bayern de Múnich y, por ahora, no le puede ir mejor al brasileño. Forjó un auténtico partidazo contra el Estrella Roja. Una de las claves fue darle libertad de movimientos en la mediapunta.
Desde que el árbitro dio el pitido inicial, el jugador no dejó de buscar el gol. Ya en el minuto 2 tiró desde fuera del área con la pierna mala para tratar de sorprender a Borjan. Se mantuvo especialmente atento a todas las jugadas de ataque de los suyos y estas giraron en torno a él.
Jugaba con Perisic y con Coman para volver locos a Degenek y Milunovic, los centrales del cuadro contrario. Eso sí, en cuanto veía un hueco desde la frontal, trataba de ajusticiar al portero. Hasta en cinco ocasiones disparó desde lejos, buscando el golazo.
Y, de hecho, lo consiguió: marcó de tacón gracias a un pase lateral raso desde la banda, sorprendiendo a todos los presentes y dejando sobre el verde un esbozo de su gran calidad. Desafortunadamente para él, el linier le 'pilló' en fuera de juego y tuvo que anular su diana.
Nada más comenzar el segundo acto, volvió a erigirse en el líder de la plantilla. También se le vio comprometido en labores defensivas. Llegó a situarse en la zona del lateral derecho para evitar varias internadas de los serbios. Incluso mostró galones sacando córners.
Conforme avanzó el tiempo, acusó el cansancio que le dio la gran intensidad que ofreció en el primer tiempo. Acabó siendo sustituido por Müller, que sí que logró ver puerta poco después de entrar al campo. En todo caso, el brasilero pudo marcharse satisfecho y con el beneplácito del Allianz Arena.