Crioterapia para la recuperación muscular

Carlos Sanchez-Lafuente hace 6 años 1.2k
Cristiano Ronaldo suele utilizar esta técnica. AFP

Por lo general, en el mundo del fútbol se utiliza esta técnica después de los entrenamientos intensos y tras los partidos oficiales de alta demanda física.

En el fútbol moderno el tiempo de recuperación es cada vez menor. Muchos equipos en el mundo deben disputar hasta dos partidos a la semana, por lo que priorizan el descanso, y la intensidad de los entrenamientos se minimiza para no forzar a los jugadores.  Es frío provoca en el organismo una vasoconstricción (estrechamiento de los vasos sanguíneos), lo que produce una reducción de los procesos inflamatorios, de contracturas musculares y relajación muscular. Es decir, el frío actúa como una especie de analgésico.

La cámara especial que tienen los principales clubes consta de tres espacios. En el primero, la temperatura está a -10° C, en el segundo a -60°C y en el tercero a -110°C. Los dos primeros son para que el cuerpo se acostumbre a las bajas temperaturas y el tercero es donde el jugador permanece hasta máximo un minuto, para que la crioterapia funcione de manera efectiva. El cuerpo humano puede resistir esta temperatura extrema, pero los que la usan deben proteger las partes más sensibles al frío: mucosas, vías respiratorias y extremidades.

El delantero portugués del Real Madrid Cristiano Ronaldo adquirió una cámara para la crioterapia y la instaló en su casa para acelerar la recuperación en sus lesiones o mejorar el rendimiento físico. Cristiano hizo una inversión de 60.000 dólares para adquirir la máquina y así evitar desplazarse hasta la clínica donde solía acceder al tratamiento. En sesiones cortas de dos o tres minutos, el portugués llega a someterse a temperaturas de hasta -200º. 

Otros efectos beneficios que se obtienen con esta terápia son disminuir los espasmos musculares, aumentar la consistencia de los tejidos, mejorar el metabolismo y eliminar las sustancias de desecho producidas durante el ejercicio físico. 

Ahora bien, se ha demostrado que los contrastes de temperatura son la mejor manera de conseguir una recuperación muscular adecuada. El hielo, combinado con el calor, ayuda a aumentar el flujo sanguíneo a nivel muscular, de esta manera llegarán más nutrientes a las células y se acelerarán los procesos de regeneración muscular. Durante cada sesión el cuerpo libera endorfinas, lo que provoca aumento de energía. Estos efectos de mayor energía pueden durar varios días.

Por último, es importante señalar que las personas con problemas a nivel cardiovascular podría no tener recomendado el uso de estas terapias de cambios bruscos de temperatura. 

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