Cristiano Ronaldo puede igualar un récord de Raúl González en el Villamarín. Si el luso consigue anotar un gol, serán 264 partidos marcando con la camiseta del Real Madrid, los mismos que alcanzó a lo largo de su carrera el ex capitán blanco.
Cuando el siglo pasado tocaba a su fin, Fernando Hierro bautizó a Raúl González como un "Ferrari del gol". Visto lo visto, la comparación no fue para nada excesiva. El otrora '7' blanco se pasó años y años asaltando las redes rivales, casi siempre con el escudo del Madrid en su pecho.
Raúl se enfundó por última vez la zamarra blanca en 2010 en Zaragoza, curiosamente la misma plaza en la que 'toreó' por primera vez. En su despedida, el capitán convirtió lesionado el que fue su último gol, llegando así a los 264 encuentros marcando en toda su carrera madridista. Una cifra que Cristiano, otro bólido de carreras, puede igualar en Sevilla.
El luso ya superó tiempo atrás a Raúl como máximo artillero de la entidad pero, en su afán por hacer historia, siempre quiere más. Cualquier récord gusta al portugués, que es la gran amenaza del Betis después de obrar una remontada vital en Champions ante el PSG.
16 temporadas de Raúl en el Madrid dieron para mucho. Las cerró con un balance de 323 goles y aquella cifra parecía difícil de batir... hasta que Cristiano comenzó a desenfundar un gol tras otro. El portugués hace ya tres años que superó esa marca, en un encuentro en Malmoe en el que consiguió un doblete.
Así, el de Madeira sólo tiene que marcar en dos encuentros más para superar al 'Ferrari'. Por detrás de ambos quedan, a amplia distancia, los 229 partidos anotando de Santillana o los 197 de Di Stéfano. Todos ellos, casi no hace falta ni explicarlo, leyendas del Madrid.
Cristiano llega en vuelo a Sevilla y con la voracidad de siempre. Lo de rotar no va con él y el Villamarín confía en que no muestre su mejor versión. Sabe que el Madrid, si Cristiano marca, gana el 85% de los encuentros. El hombre de los récords tiene el coche aparcado junto a un 'Ferrari' al que hace ya tiempo le cogieron el rebufo.