El Real Madrid ganó a un meritorio Getafe, quien jugó casi toda la segunda mitad con diez. Cristiano Ronaldo, autor de dos goles, se engrasa para la batalla de París. Buena actuación del conjunto azulón de José Bordalás pese a la expulsión de Rémy.
El Madrid no hiló un fútbol brillante, pero le bastó con su oficio, su pegada y un Cristiano Ronaldo hambriento. El Getafe completó una actuación más que loable, e incluso la expulsión de Rémy espoleó a los de Bordalás. Cuando el Geta quiso rebelarse e incluso soñó con algún extemporáneo empate aprovechando que el PSG aguarda al Madrid en pocos días, apareció Cristiano. Un partido mil veces veces visto.
Ni esperando París se da respiro Cristiano Ronaldo, que lleva un 2018 estelar. Su versión más voraz la sufrió el Getafe, el equipo que secó hace no muchos días al líder Barcelona. Le acompañó el tino de Gareth Bale, que incluso pudo irse con algún tanto más.
Cristiano, Bale y el Madrid en general se han alistado para la madre de todas las batallas. En París aseguran que será una guerra. Al Madrid lo lidera un comandante. Cristiano ya ha recuperado su olfato. Se sumó Marcelo con 25 minutos festivos.
Rodó la bola, el Getafe desplegó sus minas por el Bernabéu y nadie en el Madrid supo encontrar el camino hacia la meta de Emiliano Martínez. Ángel gozó del primer acercamiento peligroso. Pero en la jugada más embarullada llegó el primer tanto blanco. Volaron varios balones sobre el área visitante y allí compareció Bale para rechamar a gol.
El tanto no descompuso al Getafe, quien dosificó sus ataques, todos ellos con sentido. Protestaron los azulones un fuera de juego dudoso de un Rémy que pudo quedase solo. La respuesta fue la de casi siempre: directo del Madrid al mentón del adversario. Benzema conectó con Cristiano y el portugués, como ante el Alavés, recortó y anotó de zurda.
Se estiró el Getafe
Tras el descanso, el desenlace del constante pique entre Nacho y Rémy resultó fatal para el Getafe. El delantero sacó el brazo a paseo y Melero López le enseñó la segunda amarilla. Con 2-0 y uno más, el Madrid contemporizó, el Getafe dio un paso adelante... y hubo un penalti en el área de Keylor. No lo falló Portillo, quien hace hace ocho años debutaba en este mismo campo.
La reacción del Madrid resultó inmediata. Cristiano tardó dos minutos en marcar, pero le anularon el gol por falta sobre Djene. No se conformó: algo más de diez minutos después el astro luso colocó el 3-1 definitivo. Cabezazo inapelable tras centro de Marcelo, quien sustituyó al discreto Theo.
El segundo zarpazo de Cristiano finiquitó le emoción momentánea que al encuentro le había dado el gol de Portillo. Bale pudo engordar su cuenta, pero se topó primero con el palo y después con Martínez. Al Madrid le espera París. El Getafe aún tiene motivos para fantasear con Europa.