Sonaron las trompetas y el Athletic Club se salvó por los pelos. Asier Villalibre anuló el homenaje de los García. El Raúl que lleva más de 600 partidos en Primera División no pese a la fiesta previa al arranque. El otro que se apellida De Haro y el de nombre Rubén. Magistral papel de Osasuna en San Mamés, donde no pasó del 2-2 por el gol del '20' de los 'leones' en el minuto 96. 4 subieron al electrónico, pero otros 3 no por fueras de juego. La mala fortuna se sumó a la polémica arbitral para la desgracia de Jagoba Arrasate.
Yuri Berchiche protagonizó un pisotón al '14' de los tatuajes en su área. En el directo, sigan. Conforme aparecieron las repeticiones en la retransmisión televisiva, más evidente pareció. Sin olvidar las dudas con Sánchez Martínez y Del Cerro Grande en el VAR, pero valorando el empuje del campeón de la Copa del Rey, que recortó distancias con el misil de Iñaki Williams a la escuadra. Reparto de puntos para no perder la esperanza de Champions League en un caso y frenar la sangría de derrotas consecutivas en el otro.
En fuera de juego
El partido tuvo de todo. Hasta malabarismos de Ernesto Valverde, quien colocó a Íñigo Lekue de central y apostó por Iñaki Williams de referencia. Porque la lista de bajas de los 'leones' fue interminable. Además, con ambos entrenadores siguiendo los acontecimientos desde la grada por sanción. La imagen de la curiosidad contrastó con la de la incredulidad. Porque la realidad pilló en fuera de juego a los protagonistas. Más que nada, por el 'hat trick' de goles anulados por posiciones antirreglamentarias.
Primero fue el grande de los hermanos de moda. Controló a la perfección y definió de maravilla ante Sergio Herrera, pero cayó en la trampa de la línea defensiva rival. Mismo motivo por el que Raúl García de Haro no mojó con el cuarto de hora inicial recién cumplido. Eso sí, en su subconsciente reinó la sensación de que, sí o sí, el 0-0 no se iba a mover del marcador. Y lo hizo con el 1-0, pero el VAR acertó amargando el tanto de Iker Muniain después del ejercicio de picardía de Álex Berenguer sobre Rubén García. Aunque pasó lo que pasó. Efectivamente: banderín arriba.
Una vez, no más
Hasta que en los instantes posteriores, el '23' de Osasuna demostró que se la pueden liar una vez, no más. Le bastó con un toque sutil al remate mordido de Johan Mojica para superar a Unai Simón en los márgenes de la legalidad. Silencio en San Mamés y 0-1 en el electrónico. El golpe deseado para recuperar la sonrisa. La que se dibujó de forma irónica antes del descanso. Porque los foráneos vieron portería por doble partida, aunque Sánchez Martínez detuvo el lanzamiento de esquina antes del golpeo. Anecdótico cuanto menos en la superioridad navarra.
El Athletic Club movió el asunto en el intermedio con la entrada de Asier Villalibre en el lugar de Álex Berenguer. Con tal de fijar a los centrales y habilitar el juego vertiginoso por bandas de los Williams. Pero lejos de la igualdad en La Catedral, el pelotazo aleatorio de Jesús Areso que buscó aliviar los intereses de su equipo se convirtió en la asistencia de su vida. Como quien no quiere la cosa, Rubén García fue el más listo de la promoción para colarse entre los zagueros y controlar en dirección Unai Simón. El desenlace de esta historia ocurrió más allá de la línea de cal.
Si lo pita, no pasa absolutamente nada
En el mano a mano, zurdazo con suma tranquilidad y a la red. 0-2 y felicitaciones en la banda de La Catedral. Hasta que Iñaki afinó la puntería. Johan Mojica quiso sacar el balón de zona conflictiva, pero impactó en el cuerpo de Ander Herrera. La trayectoria del esférico acabó en la posición del '9'. Y de primeras sin contemplaciones, latigazo despiadado a la escuadra. 1-2 y el templo del fútbol español llevando en volandas a su reflejo. Acto seguido, Raúl García, Unai Gómez y Beñat Prados accedieron al verde para oxigenar la idea anfitriona.
Pero la polémica quiso su parte de protagonismo. Rubén García cayó en el área rival después del pisotón propiciado por Yuri Berchiche. En el directo, Sánchez Martínez se dejó llevar por las sensaciones y no indicó nada punible. Pero en las repeticiones televisivas, el contacto es más que sancionable. Dicho esto, Del Cerro Grande no lo consideró de esta forma al frente del VAR. Puestos a ser sinceros: si lo pita, no pasa absolutamente nada. A partir de aquí, la contienda se convirtió en el empeño de salvar los muebles.
Así lo quiso el fútbol
Y al destino no le puedes llevar la contraria. Así lo quiso el fútbol. Óscar de Marcos sirvió un centro al área. Sergio Herrera detuvo el envío, pero no lo atrapó. La caída hacia el césped de la redonda tocó en Alejandro Catena. Ese rechace no deseado lo cazó Asier Villalibre, quien anuló el homenaje de los García. No perdonó. 2-2 sobre la bocina. Diosa fortuna para unos, desgracia de magnitudes insospechadas para otros. Sabor amargo en los celestes pese a que secaron la mala dinámica de 4 derrotas consecutivas en los últimos compases de Jagoba Arrasate en El Sadar.
Osasuna tiene que quedarse con la imagen reflejada en San Mamés. Pero los detalles marcan diferencias y, en esa tarea, el Athletic Club no entiende de piedad. El sueño de la Champions League se complica al estar con 5 puntos de desventaja a falta de lo que haga el Atlético de Madrid en la visita del Real Celta al Cívitas Metropolitano de este domingo a las 16:15. En el escenario del terror, con 8 unidades de desventaja y 9 por disputar. Pese a ello, con la Copa del Rey en la vitrina y celebrando el regreso al Viejo Continente. Nada de fracasos, todo lo contrario.