Valencia es un carnaval

Fran Berrocal hace 4 meses 9.8k
Diego López sueña con Europa. EFE

El Valencia aplastó al Cádiz (1-4) en el acto de la 20ª jornada en Primera División. Rubén Alcaraz igualó de penalti el gol inicial de Hugo Duro, pero Diego López, Javi Guerra y Jesús Vázquez apuntaron la 8ª victoria del conjunto 'che' esta temporada -y la 3ª consecutiva-. Los hombres de Rubén Baraja se quedan a 2 puntos de la 7ª plaza -a 3 de Europa-, mientras que el cuadro de Sergio González sigue anclado en el descenso y sin ganar en Liga desde el 1 de septiembre. El Nuevo Mirandilla pidió la cabeza deportiva de su entrenador, quien cumplió 2 años en el cargo hace 3 días.

Lo que empezó siendo un sueño se convirtió en una auténtica pesadilla. Más bien para el Cádiz porque Valencia es un carnaval. Mestalla se rinde a Rubén Baraja, el artífice de lo imposible. Sin excentricidad en los fichajes, pero con el trabajo por bandera. Ese que, realizándose en silencio, provoca el mayor de los ruidos. Y más cuando te quedas a 2 puntos de la 7ª plaza y a 3 de la 6ª. Europa está ahí.

El Valencia pasó por encima de su rival (1-4) en el baile que cerró el turno dominical de la 20ª jornada en Primera División. Hugo Duro, Diego López, Javi Guerra y Jesús Vázquez. Los 4 responsables de la 8ª victoria 'che' de la temporada... y los culpables de que el Nuevo Mirandilla explotó suplicando la dimisión de Sergio González, quien cumplió 2 años en el cargo el pasado 11 de enero.

El Hugo más duro

La realidad es que Rubén Baraja cuenta con el Hugo más duro hasta el momento. Por su apellido y su trascendencia en el juego. El '9' aprovechó la velocidad de Diego López para desequilibrar la balanza. El '16' hizo de la banda diestra una autopista sin limitaciones y adelantó a Fali por la derecha. Como el principio del cuento de la liebre y la tortuga. Firmó el pase de la muerte y su compañero hizo el resto. 0-1.

El delantero celebraba su mejor temporada anotadora en la élite con 8 dianas, pero los locales amargaron su fiesta. O mejor dicho, el VAR. Rubén Alcaraz probó fortuna a balón parado y su lanzamiento impactó en el brazo de Pepelu. Después de respirar la intriga por saber si ese contacto fue merecedor de señalar la pena máxima, Díaz de Mera viajó hacia la línea de banda, donde la pantallita le esperaba sin prisa ninguna. Habrá tiempo para escuchar y analizar ese audio.

La calma da sus frutos

Tras los instantes de conversación con Jaime Latre, el juez de la contienda señaló el punto fatídico. 11 metros separaban al Cádiz del empate. De soñar con la remontada y la victoria, esa que llegó por última vez en Liga el pasado 1 de septiembre -3-1 al Villarreal-. 15 partidos consecutivos sin sumar de 3. Y la calma da sus frutos. La 'Tacita de Plata' aguantó la gota de la presión y el vaso no colmó, sino que sumó más líquido en el cóctel del encuentro.

Relajado y sosegado. Golpeo de interior, sutil y engañando a Giorgi Mamardashvili. Así se las apañó Rubén Alcaraz para elevar el 1-1 al luminoso. Pero claro, el fútbol no espera a nadie y ambos gozaron de ocasiones para marcar el 2º antes del descanso. Mientras que Fali evitó el tanto de Sergi Canós cual milagro, Iván Alejo no supo batir al gigante georgiano a la salida de un saque de banda. Y lo mejor estaba por venir. Pese a la lesión de Fede San Emeterio y la tarjeta amarilla con tonos anaranjados que vio Luis Hernández.

La juventud es un grado

El Valencia demostró a los 4 vientos que la juventud es un grado. Un proyecto con hambre que encontró el camino en las botas de Diego López. Al menos, para romper el equilibrio una vez más. Sergi Canós sacó el exterior a pasear y dejó al '16' solo en un mano a mano frente a Conan Ledesma. Anda que se puso nervioso... 1-2 y la tensión en aumento con la mirada perdida de Fali, a quien se le cayó el mundo encima.

A partir de aquí, la clave del resultado fue la gestión de la renta. Sin echarse para atrás... ni complejos ofensivos. Con 7 canteranos en liza. Has leído bien. 7. Renunciar a la presión en territorio enemigo no fue una opción. Y a raíz de que el anfitrión puso toda la carne en el asador, los huéspedes arrasaron con las bandejas y se dieron el festín. El que se resume en argumentos más que válidos para pelear por cotas mayores. Con la permanencia no será suficiente.

"¡Sergio, vete ya!"

Diego López aprovechó un contragolpe para regalarle el gol de la sentencia a Javi Guerra. Definición de '9' con el '8' en la espalda. Y por si fuera poco, Jesús Vázquez firmó la tumba del enemigo con el 1-4 definitivo gracias al pase de la muerte de Alberto Marí. Eso sí, el '22' aparecerá en los libros de Historia por perdonar lo imperdonable. Controló solo -como pudo- sin portero y delante de la línea de gol. Se hizo un lío él solo y no consiguió materializar la diana.

Con el pitido final, el Nuevo Mirandilla explotó: "¡Sergio, vete ya! ¡Sergio, vete ya! ¡Seeeergio, veeete yaaa!". Desde el 1 de septiembre. Son 135 días sin lucir una sonrisa en Liga. El Cádiz pasa por el peor momento de la temporada y continúa perdido en el abismo. La cara amarga de la moneda contrastó con la alegría del Valencia. Su ciudad es un carnaval. Ah, y Europa está a la vista. Y sigue vivo en Copa del Rey. La multitud pensará: "Larga vida a Rubén Baraja".

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