Un Sevilla incapaz se va de Copenhague con más preguntas que respuestas

David Caravaca hace 1 año 2.9k
El Sevilla empató con el Copenhague. EFE

El Sevilla empató sin goles con el Copenhague en la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions League. Los de Julen Lopetegui, después de una dura derrota frente al Manchester City en su estreno europeo de esta temporada, buscaban dar continuidad a la trabajada victoria ante el Espanyol en Liga. Encontraron más preguntas que respuestas.

El Sevilla visitó Copenhague con muchas preguntas y lo abandonó con más todavía. El conjunto de Julen Lopetegui está protagonizando un inicio de temporada que suscita dudas tanto por el rendimiento deportivo como por cómo se ha hilvanado el mercado de fichajes y las consecuencias, ya evidentes en Liga, también se están dando en la Champions League.

Después de perder por 0-4 contra el Manchester City en la primera jornada, los hispalenses buscaban un triunfo balsámico ante el, a priori, rival menos potente del grupo G. Se toparon de bruces con un contrincante sólido y serio que se ordenó bien atrás, explotó la calidad de sus mejores hombres y no dudó en recurrir a la dureza cuando fue necesario.

Los representantes del Sánchez-Pizjuán, sin muchas ideas esta vez en fase ofensiva e incapaces bien de encontrar nuevas formas de romper la defensa o bien de desarbolar la zaga, en la que En-Nesyri estaba siempre rodeado, se vieron presos de la dinámica que los locales deseaban. Esta no era otra que unos españoles que se desesperaban y unos daneses que esperaban alegremente a su oportunidad.

Con este contexto de partido, el Sevilla trató de hacerse amo y señor del duelo con posesiones largas y pausadas, pero no sirvió de mucho. Rakitic acudió a la banda en numerosas ocasiones para ayudar a sus compañeros en la circulación de pelota y esta no generaba apenas peligro para Ryan, el cancerbero del Copenhague, que estuvo correcto cuando hubo de actuar.

Que los de Lopetegui sufrieran para encontrar al portero no quiere decir que no lo hicieran. Rakitic, en la primera mitad, dispuso de una de las mejores ocasiones de los suyos. Tras recibir un cuero entre líneas que controló en el área, disparó metiendo la bota demasiado por debajo del esférico y lo mandó a la grada directamente.

En-Nesyri también pudo poner a los suyos por delante cuando se vio solo, aunque con poco ángulo, ante Ryan en un mano a mano al llegarle un pase en profundidad. El cancerbero, inteligente, se hizo gigante y evitó que una picadita del ex del Málaga le sorprendiera. De haberle encontrado de esta manera más a menudo, quizás habría podido marcar, pero la defensa de Jess Thorup estuvo muy seria.

Quien más animó el panorama ante tanto despeje de cabeza y tanta intercepción fue quien quizá menos llamado estaba a echarse esta responsabilidad a sus espaldas, José Ángel Carmona. Lopetegui confió en el canterano y este respondió con creces, con galones y con mucho descaro por su carril, el derecho, para no desacompasarse con la línea de atrás y mantener su mordiente arriba. Hasta se le vio rematar saques de esquina.

El Copenhague, lejos de resignarse a que todo lo importante que ocurriera en el partido corriera de la cuenta del Sevilla, estuvo valiente cuando dispuso de espacios y se aferró a sus hombres de calidad. Daramy, uno de los mejores del día, fue un incordio para la zaga del Sevilla y, en la segunda mitad, obró un jugadón para colarse hasta la cocina del área desde la banda que cerca estuvo de saldarse con un 'pase de la muerte' de no haberlo atrapado Ryan.

Pero, al final, ni se consumó una sorpresa del Copenhague que terminara de encender las luces de alarma que queden por iluminar en el Sevilla ni reaccionaron los hispalenses para embalsamar sus heridas. Con la victoria del City frente al Borussia, los alemanes están al alcance y queda la esperanza de que, al menos, hay margen para reconducir el rumbo.

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