'O Neno', lo conseguiste

Fran Berrocal hace 1 mes 14.7k
Lucas Pérez y el Dépor, a Segunda División. Captura/Primera_RFEF

El Deportivo de la Coruña es de Segunda División. El equipo de Imanol Idiákez venció al Barça Atlètic por la mínima (1-0) en la jornada 36 del Grupo I en Primera Federación gracias a la falta directa de Lucas Pérez. 'O Neno' señaló el camino de los blanquiazules para que A Coruña vuelva al fútbol profesional 4 años después. David Mella se marchó lesionado y el conjunto de Rafa Márquez protestó hasta 2 posibles penaltis antes del descanso.

31 de diciembre de 2022. Día en el que se hizo oficial el regreso de Lucas Pérez al Deportivo de la Coruña. Renunció a la élite para ayudar al equipo de su corazón y pelear por retornar al lugar que nunca debió abandonar. 12 de mayo de 2024. Ese sueño ya es una utopía. 'O Neno', lo conseguiste. Abanca-Riazor será estadio de Segunda División la próxima temporada. El equipo de Imanol Idiákez superó por la mínima (1-0) al Barça Atlètic para confirmar el título de Primera Federación en la jornada 36 del Grupo I.

Al '7' le bastó con marcar la falta de su vida. Un golpeo que pareció escrito por el destino. Forzado a ocurrir. Ese instante en el que se detuvo el tiempo y A Coruña estalló de felicidad. Ya lo hizo con el ascenso de su equipo de baloncesto a la Liga Endesa. Pues doble ración de éxtasis. Un partido en el que, pese al desenlace y la desventaja de 7 puntos con 6 por disputar, el filial azulgrana no le dio la espalda. Es más, tuvo sus oportunidades para el 0-1 e incluso protestó 2 posibles penaltis que no fueron considerados por Palencia Caballero.

Sin perder la esperanza

La realidad en Abanca-Riazor es que el equipo local que jugó con el aliento de toda una ciudad como respaldo. Y el visitante resistió sin perder la esperanza. Lucas Pérez probó fortuna con una falta directa por la que Ander Astralaga surcó los cielos con una palomita providencial. Destellos de Yeremay Hernández y brujerías de David Mella con el pelo azul. Más allá de eso, el plan de los catalanes supo adaptarse al contexto del encuentro y fue muy de menos a más conforme el paso de los minutos.

Unai Hernández llamó a la puerta del primer equipo 'culé' con un completo recital de liderazgo desde el carril central. Pero en la Ciudad Condal recordarán las 2 acciones que pudieron significar penaltis a favor. Palencia Caballero no lo consideró de esa forma ni en la caída de Marc Guiu con Pablo Vázquez ni en el pisotón a Naim García instantes después. Además, la zaga gallega tuvo que repeler como sea un latigazo del '20' rival, que iba en dirección hacia los 3 palos de Germán Parreño.

La falta de su vida

Y sin olvidar la primera mitad de Mikayil Faye. Pese a que vio la tarjeta amarilla a las primeras de cambio por frenar a Yeremay Hernández. No le condicionó en sus actuaciones, todo lo contrario. Expeditivo en las internadas de David Mella y protegiendo la línea de 3 centrales de Rafa Márquez. El colegiado apenas dejó prolongación. La batalla por la gloria de Primera Federación se marchó al tiempo de descanso con la sensación de superioridad del Barça Atlètic que no reflejó el luminoso.

Tras el paso por los vestuarios, Lucas Pérez se puso el mono de trabajo. Tuvo la apertura del electrónico con un remate picado que se marchó por centímetros. Pero se reservó la gloria para la falta de su vida. En la frontal del área y todo a favor. Lo normal era golpear hacia el palo de la barrera. Lo extraordinario fue el 1-0 del Deportivo de la Coruña. Por bajo, potente y pillando por sorpresa a Ander Astralaga. Para esto volvió. No pudo ser otro, la historia le reservó la hazaña al '7'. Al hijo pródigo.

No todo fueron sonrisas

Aunque la superioridad numérica no se movió del cielo de Abanca-Riazor, no todo fueron sonrisas. El rival vestido de amarillo no perdió la voluntad del empate hasta el final. Quizás la magnitud de sus ocasiones resaltó más por la intensidad que por la cantidad. En especial, Moha Moukhliss fue quien tuvo la igualdad más cerca. A la salida de un saque de esquina, el rechace le cayó como si fuera una señal divina. Golpeó con veneno buscando la base de la madera, aunque acabó impactando en la valla publicitaria.

Y llegó el colmo de la fiesta. David Mella se sintió indispuesto e Imanol Idiákez no tuvo otro remedio. La perla que juega de extremo con el '3' en la espalda se marchó con la ovación de su casa. En ese baile de sustituciones, ingresó Davo al verde. Precisamente, el '11' cedido por el KAS Eupen gozó de la situación más favorable para colocar el 2-0, que no entró en escena. Tras un desmarque al espacio, armó la bota diestra y disparó raso con potencia. Pero Ander Astralaga sacó una mano prodigiosa y mantuvo la fe ciega.

Llama prendida

Ya en el tiempo de añadido, el Barça Atlètic se lanzó a por el 1-1 con más entusiasmo que lógica. Balones colgados al área en los que Germán Parreño se adueñó de lo que es suyo. Fue en un lanzamiento en largo cuando en A Coruña fueron conscientes de lo que iba a pasar. El '13' local sacó las alas para atrapar el esférico. Y en ese instante, murieron las aspiraciones catalanas por conquistar el Grupo I de Primera Federación. Porque eso fue lo que hizo el Deportivo de la Coruña. Llama prendida y ascenso a Segunda División.

El techo de su autobús acumuló un fuego no buscado que se consiguió apagar. Como ocurrió el 9 de junio de 1991, cuando la zona alta del templo gallego vivió un incendio por las bengalas en la previa de su encuentro ante el Real Murcia. 33 años después, los astros se juntaron formando una línea perfecta para la trayectoria de un histórico del fútbol español. El que se rindió a Lucas Pérez para cumplir el sueño que su equipo lleva persiguiendo los últimos 4 años. Tuvo que ser él, en su casa y con su gente. 'O Neno', lo conseguiste.

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