Julen Lopetegui por fin respira algo más tranquilo. Su West Ham consiguió una gran victoria ante el Newcastle (0-2) y el español asegura su puesto en el banquillo.
Entre rumores de que la directiva le había dado un ultimátum de dos partidos para revertir la situación, Lopetegui llegó a St. James Park con el agua al cuello.
3 victorias en 11 partidos y una distancia de 3 puntos con el descenso, en un club que hizo una de las inversiones más importantes en verano, era suficiente para que el técnico vasco estuviera, como mínimo, preocupado.
Y para que esta inquietud aumentara cuando a Alexander Isak adelantó a los 5 minutos al Newcastle. Para fortuna de Lopetegui, en posición antirreglamentaria. Lo vio el linier y lo vio el VAR. El sueco había puesto en evidencia el posicionamiento y la velocidad de Todibo, pero con el cuerpo ligeramente adelantado.
El aviso, lejos de meter miedo en el cuerpo a los 'hammers', desembocó en el 0-1, en un gran error defensivo de las 'urracas'.
En un córner, botado por Emerson, la defensa del Newcastle dejó sin marca a Tomas Soucek, quizás el mejor cabeceador de este equipo. El checo apareció completamente solo y dirigió su cabezazo a la cepa del poste. Tras 2 partidos en blanco, el West Ham volvió a ver puerta.
Supieron aguantar los de Lopetegui, ante un Newcastle sin excesivo peligro, y en la segunda parte dieron la puntilla.
Lucas Paquetá recuperó en campo contrario, se la dio a Jarred Bowen y el extremo inglés filtró una pelota entre dos jugadores para Aaron Wan-Bissaka. El lateral, con un disparo cruzado que tocó en la madera, firmó su primer tanto con la camiseta del cuadro londinense.
Este triunfo permite al West Ham impulsarse hasta los 15 puntos, 6 por encima de la zona de descenso que marca el Ipswich Town y a 4 de la Conference League. El Newcastle se queda con 18 puntos, en 10ª posición, a 4 de la Liga de Campeones.