David Villa fue durante muchos el objeto de deseo de los grandes del fútbol español. Pudo ir al Real Madrid, su nombre estuvo en la agenda blanca dos veranos seguidos... y finalmente fichó por el Barcelona. También jugó en el Atlético de Madrid.
"He estado bastante cerca de fichar por bastantes equipos a lo largo de mi carrera desde que salí del Sporting. En el verano del 2009 estuve muy cerca de fichar por el Madrid... y el Barcelona", declaró David Villa en 2013. Ya fuera del Barcelona, Villa reconoció lo que ha sido un secreto a voces.
Un secreto a voces, y no infundado. Ya en noviembre de 2007 el Real Madrid emitió un comunicado en el que "aun reconociendo la extraordinaria calidad del jugador" aseguró no haber pensado en Villa "ni planteado su contratación ni, en consecuencia, ha mantenido contacto alguno al respecto con el futbolista o con su entorno".
La disputa por Villa avivó una tensión latente entre Madrid y Valencia. Las portadas de 'Superdeporte' cada vez que surgía el interés blanco por el punta son historia del periodismo español. Juanma Castaño, amigo y periodista de cabecera, con la operación de Villa al Madrid en su máxima efervescencia, acertó con su futuro más tarde.
Arrinconado por la llegada de Alexis Sánchez (Pep Guardiola arguyó que buscaba más profundidad), y sacrificado en más de una ocasión a jugar en banda para mejorar las virtudes de Leo Messi, una fractura en la tibia izquierda en Japón le tuvo varios meses alejado de los terrenos de juego.
Tras tres campañas en el Barcelona, el Atleti apostó por el de Tuilla y su contribución fue clave para que el equipo rojiblanco ganara la Liga y llegara a la final de Lisboa. Luego llegó su periplo por Australia, Estados Unidos y finalmente Japón. Se despide David Villa, todo un ganador y un sueño frustrado del Real Madrid. Se va el hombre de los 424 goles y los miles de recuerdos.