Cuando los focos deslumbran demasiado
Dos hombres, Courtois y Hazard, saltaron al Camp Nou siendo objeto de muchas miradas. Ambos son desde hace tiempo relacionados con el Madrid, pero lo cierto es que en el Camp Nou terminaron pinchando en hueso.
El cruce entre Chelsea y Barcelona, como cualquiera que se ponga por delante, dejó vencedores y vencidos. En el lado triunfador, Messi y su Barça, que entró por la puerta grande en cuartos. Por el otro, un Conte con demasiados frentes abiertos y dos jugadores, Courtois y Hazard, que pasaron con más pena que gloria por el Camp Nou.
Curiosamente, los dos belgas llevan meses siendo relacionados con el Real Madrid, por lo que una visita a la cancha del eterno rival fue un buen motivo para medirles en la batalla. Casi sin tiempo para el acomodo, Messi encontró un hueco entre las piernas de Courtois y el Barcelona tomaba ventaja.
El ex del Atlético es una de las alternativas que manejan en la planta noble del Bernabéu si la portería necesitara nuevo dueño. Keylor, más en duda por la afición que por el club, aguanta el tirón y Zidane cree en él; pero los nombres de Courtois o De Gea siempre están presentes.
A Courtois se le vio nervioso, incluso perdió un balón en el balcón del área que, por suerte para él, Súarez estampó en su pie izquierdo. Actuación algo pobre de Courtois, un arquero con muchas virtudes que no llegó a mostrar en el Camp Nou.
Hazard, como la gaseosa
Mención aparte merece el encuentro de Hazard, que abusó de la conducción y el regate, desaprovechando varios contragolpes que pudieron cambiar el patrón del encuentro. Willian fue el timonel 'blue', mientras que Hazard se fue diluyendo conforme pasaron los minutos.
El belga, que no tuvo reparos en mostrar recientemente su malestar con Conte, es una de las diversas opciones para la futura vanguardia del Madrid, que todo hace indicar que tratará de agotar la bala de Neymar antes de centrarse en otros nombres.
Finalmente, Hazard fue sustituido el día de su estreno en el Camp Nou. Nunca había pisado territorio 'culé' el 'crack' del Chelsea, que como su equipo se marchó de vuelta a casa con la sensación de haber perdido una oportunidad de oro de acaparar los titulares en Europa.