Cuando Messi le dijo al Bernabéu que era el mejor

José Luis Malo hace 4 años 4k
Cuando Messi se proclamó rey en el Bernabéu. EFE

Hace justo tres años, el Santiago Bernabéu fue el escenario de uno de los 'Clásicos' más intensos e impredecibles de la historia. En él, Leo Messi anotó un doblete que le llevó a los 500 tantos. El segundo lo hizo en el añadido, en la última acción, para meter al Barça en la lucha por la Liga. Y quedó como icono de sus festejos aquella camiseta mostrada al público.

Aún hoy no queda claro por qué Messi se quitó la camiseta y la mostró así, con pulso firme, cabeza erguida y el pulso detenido, al público del Bernabéu. Pero es una de las estampas más icónicas de su amplia carrera, y no será porque no ha hecho goles. Se cumplen tres años de aquel festejo, que entones significaba tantísimo. Por influencia en el campeonato. Por el momento del tanto. Por ser el 500. Pero, sobre todo, por aquel gesto

Rebobinamos en el tiempo y nos situamos. El Real Madrid tiene el campeonato liguero en el bote. El Barça acude a Chamartín obligado a vencer si quiere apurar sus opciones. El partido es memorable, de ida y vuelta. Casemiro adelanta a los blancos en el presagio de un mal día para la zaga de Luis Enrique, pero Leo aparece y empata. Rakitic, a 17 minutos para el final, hace el 1-2 y revienta la Liga. Pero James, recién entrado y para reivindicarse, empate en el 86 y deja el título virtualmente en los bolsillos de Zidane. 

Sin embargo, en el minuto 93, justo tras rozar el 3-2 los blancos, Sergi Roberto, tan héroe como ante el PSG, burla a Marcelo y monta una fugaz contra. Mientras muchos se preguntan por qué el brasileño no lo bloca, aunque hubiera sido la segunda roja del Madrid (no había tiempo para más), vuela el canterano. André Gomes participa, Jordi Alba la pone atrás... y el tiempo se detiene. 

El argentino encañona desde la frontal, con tiro ajustado imposible para Keylor. 2-3. Liga viva y fin de fiesta brutal para uno de las mejores versiones de Messi en el campo del Madrid. Se quita la camiseta. Firme y tersa, la muestra con reivindicación. Como un rey. 

Fue uno de los goles con más consecuencias en su periplo como 'culé'. Por reenganchar al equipo al campeonato (aunque luego lo acabara conquistando el Madrid). Por ser el 500 de su carrera. Por llegar en la última acción del partido. Por ser Sant Jordi. Por coronar una actuación personal sobresaliente. Por reivindicación ante las entradas que se llevó y un codazo que le hizo sangrar. 

Ahí queda su foto rodeado de enfervorecidos tras la remontada frente al Paris Saint-Germain o su sentada tras atizar al Liverpool en la ida de semifinales la Champions la campaña pasada. Pero aquello no sucedió en el Camp Nou, aunque le devolvieran el festejo días después como homenaje, sino en el estadio del eterno rival y en el último suspiro. Tras seis choques contra el Madrid sin anotar, aquel día se sublimó.

Se cumplen tres años de aquella inolvidable celebración y desde entonces no ha vuelto a mostrar ese nivel en el Bernabéu. Pero, claro, hablamos de Messi, nunca se puede descartar que lo vuelva a hacer o lo supere. Aunque aquel día a los aficionados del Madrid les quedara claro quién era el mejor.

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