El Hermannstadt, que estaba buscando un gol para evitar el descenso, acabó viendo cómo el Dunarea Calarasi empezó a perder tiempo para nada. En la última jugada del partido, los locales marcaron y establecieron el 2-1 final.
En el fútbol vale alguna que otra artimaña para intentar perjudicar a tu rival a toda costa. Los jugadores del Dunarea Calarasi, que estaban empatando ante el Hermannstadt (1-1), hicieron su parte.
El guardameta visitante empezó a perder tiempo al igual que algunos de sus compañeros. De hecho, un futbolista local le recriminó la actitud a uno y éste cayó al suelo desplomado.
En la repetición se ve que le dio un empujón y se armó la mundial. Hubo lío en el terreno de juego entre los dos equipos hasta que el árbitro puso paz.
Había tensión y eso se transformó en alegría local en los instantes finales. El Hermannstadt logró marcar el 2-1 y se salvó de descender esta jornada.