En Mallorca, Vitoria y Valencia se celebró por todo lo alto el partidazo de David Silva. La Real Sociedad se llevó una victoria marcada al son del de Arguineguín, que dio la asistencia del primer gol y provocó el penalti del segundo. El 3-0 final asegura una plaza en Europa para los 'txuri-urdin' y deja la permanencia en un puño de cara a estas dos últimas jornadas.
Pese al riesgo de desestructurar la crónica de este encuentro, resulta obligatorio comenzar hablando de David Silva. Uno de los mayores talentos que ha dado el fútbol español que, con 36 años y el físico propio de dicha edad, sigue brindando tardes de fútbol para el recuerdo.
Hecho el necesario apunte, toca hablar de este Real Sociedad-Cádiz. Ambos llegaban todavía con los objetivos por cumplir. Mientras que el conjunto vasco podía certificar su presencia en Europa con un triunfo, los gaditanos buscaban tres puntos que sellaran su permanencia de forma virtual.
Y el caso es que los andaluces, inferiores en cuanto a calidad, comenzaron valientes. Sin ir más lejos, Remiro tuvo que meter la punta de los dedos en el 3' para enviar a saque de esquina un peligroso centro-chut de Pacha Espino.
El propio Espino disparó instantes después desde lejos. Parecía una declaración de intenciones. Pero se quedó en anécdota. Los donostiarras comenzaron a ejercer su poderío mediante un fútbol que cuando surte efecto, como es el caso, resulta casi imparable.
Y es que esta Real rezuma calidad con los Rafinha, Mikel Merino, Januzaj o David Silva. Precisamente, el 'Mago de Arguineguín' (apodo cedido el permiso de Juan Carlos Valerón) propició el primer gol del partido. Frotó la lámpara y apareció Sorloth. El corpulento delantero aprovechó el delicioso pase de su compañero para fusilar a Ledesma con un disparo raso y poner el 1-0.
Los locales ya eran mejores, pero a raíz de esta diana, terminaron por dominar a placer. Ledesma envió a saque de esquina un tiro de Mikel Merino, tras otro pase de fantasía de David Silva. El propio Merino, de cabeza, obligó nuevamente a Jeremías a atajar el cuero con seguridad.
Tan protagonista estaba siendo David Silva que incluso se atrevió a disparar en el 37', pero su disparo se marchó rozando la escuadra. La Real tenía monopolizaba todos los aspectos del juego. No obstante, Idrissi anotó un golazo en el 40' tras un preciso pase de Tomás Alarcón. Desafortunadamente para los intereses visitantes, el centrocampista se encontraba en fuera de juego cuando recibió el esférico.
En los últimos minutos de este primer tiempo el equipo de Sergio llegó con cierta claridad, demostrando que tenía argumentos para luchar por los puntos. Pero no, se trataba simplemente de un espejismo.
Alarcón cometió penalti sobre Silva al poco de reanudarse el encuentro. La responsabilidad la asumió un Adnan Januzaj que engañó perfectamente a Ledesma y estableció el 2-0, dejando el partido visto para sentencia.
A partir de aquí, los pupilos de Imanol Alguacil optaron por un fútbol más sosegado, ejerciendo su anarquismo en el centro del campo. Enfrente, los amarillos se mostraban incapaces de contrarrestar este dominio.
El infortunio se alió con Iván Alejo, que apenas pudo estar sobre el terreno de juego 12', pues se lesionó en una jugada fortuita. Las entradas de Lozano, Negredo o Alcaraz le dieron algo más de consistencia al Cádiz, aunque de una forma muy tímida, con llegadas como una de Álex Fernández, cuyo disparo se marchó por encima del travesaño.
De hecho, lo que pasó fue que Víctor Chust cometió un claro penalti sobre Portu en el minuto 96. El propio futbolista murciano asumió la responsabilidad de tirarlo y con ello logró materializar su primer gol en el actual campeonato liguero.
Martínez Munuera señaló el final del partido y la hinchada realista celebró por todo lo alto que, una temporada más, estará en Europa. Mientras, la lucha por el descenso se queda en un puño. Solo cuatro puntos separan a Cádiz, Mallorca y Alavés, a falta de lo que haga el Levante en el Santiago Bernabéu.