Cristiano Ronaldo se ha convertido en uno de los mejores futbolistas de la historia gracias a su titánica mentalidad. Aprovechando que la Selección Lusa Sub 20 vuelve al ruedo para medirse a Rumanía en un encuentro de la Liga Élite de su categoría, rescatamos cómo el referente se trocó en un líder para sus compatriotas cuando era tan solo un adolescente y cómo afrontan sus siguientes duelos las grandes promesas de su país.
El 24 de febrero del 2001, Cristiano Ronaldo se enfundó la camiseta de la Selección Portuguesa por primera vez. Tan solo tenía 16 años cuando la Federación confió en él para que debutara en un torneo internacional en el que la Sub 15 se veía las caras con Sudáfrica. Fiel a la tónica que vestiría los mejores años de su carrera, anotó segundo gol de la victoria en un triunfo que se fraguó por 2-1. Lo que no sabía era que había causado, ya de entrada, un impacto enorme.
Solo era un adolescente y no tardó en hacerse con el puesto de capitán. Lo que más llamó la atención entre sus compañeros fueron sus ganas de entrenar al máximo y ser protagonista en el terreno de juego. A alturas de la élite, esta mentalidad está más asentada, pero, en un estamento en el que los jóvenes todavía están en formación no solo balompédica, sino también psicológica, se distinguió del resto rápidamente.
En una entrevista concedida a los medios oficiales del combinado nacional luso en 2015, un ex entrenador suyo, Francisco Silveira Ramos, que, en la época de los primeros pasos de CR7 como internacional, era el técnico de la Sub 15, le encumbró de elogios. Dijo que tuvo "un impacto muy positivo en los compañeros" por su "enorme competitividad" y sus "grandes ganas de entrenar y jugar". Al poco de estrenarse, ya era un líder.
El resto es historia. Cristiano Ronaldo, a sus 38 años, es el buque insigna de una Selección Portuguesa que, en la primera convocatoria de Roberto Martínez, ha confiado en él. Sus rivales, este mes, serán Liechtenstein y Luxemburgo en la fase de clasificación para la Eurocopa de 2024, que será en Alemania y, por un asunto de tiempos y ciclos, puede que sea el último gran torneo de este referente absoluto.
No solo la Absoluta colma el día a día de Portugal. La Sub 20 tiene quehaceres en la Liga Élite de su categoría, en la que ha de medirse a Rumanía. Su convocatoria permite conocer a los futbolistas que, sustentados en su potencial y con muchísimos años por delante para mejorar y desarrollarse, pugnarán por ocupar el vacío que acabará dejando Cristiano Ronaldo a su retiro. Algunos ya han sonado en informaciones de mercado boyantes; otros son más desconocidos.
Los llamados para los siguientes compromisos son Rodrigo Pereira (Académico Viseu), Martim Tavares (Boavista), Gustavo Mendonça (Canelas), Renato Veiga (Augsburg), Matchoi Djaló (Paços de Ferreira), Vasco Sousa (Oporto), Louis Nascimento (PSG), Joao Carvalho y Rodrigo Gomes (Sporting de Braga), Guilherme Montóia, Joao Tomé, José Muller, José Precatado y Pedro Santos (Benfica), Diogo Abreu, Diogo Cabral, Flávio Nazinho y Gilberto Batista (Sporting CP), Daniel Carvalho (Vitória FC), Alberto Baio, Gabriel Rodrigues y Gonçalo Nogueira (Vitória SC).