Situación extrañísima la que se vivió en el Norwich-Preston del Championship (Segunda División Inglesa). Ante la lesión de un asistente, el cuarto árbitro tuvo que sustituirle... y su puesto quedó vacante hasta que llegó un salvador desde el público.
La situación era increíble para quienes lo vivieron desde fuera. El partido quedó parado mientras el árbitro principal le comentaba a los capitanes que no podían continuar en caso de no tener un cuarto trencilla en la banda.
Un aficionado del Norwich, de unos 40 años, se ofreció voluntario desde la grada para suplirle y, tras enseñarle al cuerpo arbitral su licencia de colegiado, recibió el visto bueno.
Le acompañaron hacia los vestuarios, se vistió con la indumentaria arbitral y se puso manos a la obra. De hecho, fue él mismo quien acabó mostrando la tablilla de tiempo añadido al final del choque.