De fichar a Pogba a comprar a Digne, André Gomes, Alcácer...
Joan Laporta se presentó a las elecciones con la baza electoral de Paul Pogba, pero el socio 'culé' optó por el continuismo con Bartomeu.
El barcelonismo tuvo voz y voto y eligió continuar con Josep María Bartomeu, heredero casual de Sandro Rosell, en las elecciones a la presidencia del club de 2015. Se valoraba su opción como la de un gestor comedido y sin excesos, alejado de la personalidad megalómana de Laporta.
Lo cierto, dos años después, es que el Barcelona se ha llenado de fichajes que no convencen a nadie -Digne, André Gomes, Alcácer, ahora Semedo...-, mientras que la baza de Laporta, Pogba, demuestra lo que vale con un futuro prometedor en Manchester.
El galo es justo lo que necesita este Barcelona en el centro del campo. Un futbolista que igual defiende que llega al ataque. Una especie de Paulinho pero mejorado, con llegada y, sobre todo, con futuro, precisamente lo que no tiene el brasileño. ¿Era mejor gastar 100 millones en estos tres jugadores y no en uno solo? El tiempo está demostrando que no.
Y lo peor para el Barcelona es que, salvo que la crisis se acrecente y haya una moción de censura, hay Bartomeu para rato. El presidente azulgrana, eso sí, tendrá que hacer acopio de una gran fortaleza física y psíquica, pues las primeras voces en contra de su gestión ya se han levantado en la Ciudad Condal. Y esto podría no haber hecho más que empezar.