En el capítulo 'Gritos en Montilivi' del programa 'Barça Reservat' de 'Catalunya Ràdio', el periodista Bernat Soler informó de que una serie de testigos vieron no solo a un presidente Joan Laporta muy disgustado con la derrota del Barcelona, sino a un Deco, director deportivo, especialmente vocal contra Xavi Hernández, su entrenador. Este escenario contrasta con la imagen de unión que se lanzó con el anuncio de que se quedaría al final.
Han salido a la luz más detalles sobre el episodio de enfado de la directiva del Barcelona en el palco de Montjuïc. Primero, se supo que el presidente Joan Laporta llegó a dejar escapar algún grito de indignación ante el mal rendimiento de los suyos, que perdieron por 4-2 contra los de Míchel. Lo que no se conocía era que su director deportivo, Deco, no solo se mostró irritado, sino que criticó directamente a Xavi Hernández.
El asunto se desveló por una información de Bernat Soler en el capítulo 'Gritos en Montilivi' del programa 'Barça Reservat', que se emite en 'Catalunya Ràdio'. El episodio, de algo más de 25 minutos, concentra lo que se escuchó del mandatario entre las muescas 06:40, cuando se introduce el tema, y 10:30, cuando se cierra. En estos 230 segundos, la fuente recién mencionada desarrolla lo que pudo conocer a través de testigos.
Estos defienden que se sintieron en tensión por la actitud del exjugador, que nunca ha mostrado una oposición pública al técnico y, en este caso, sí que expuso una posición más volcánica. Tuvieron la sensación de que estaba con ganas de hablar del estratega, si bien no se han concretado frases o expresiones, cosa que sí ocurrió con su jefe, aunque ninguna de sus verbalizaciones fue más allá de lo comprensible en un momento de indignación.
El escenario que se bosqueja en los micrófonos de 'Catalunya Ràdio' choca de frente con la imagen que el Barcelona ofreció con el anuncio de que Xavi Hernández había cambiado de opinión y seguiría, al menos, hasta el final de la temporada que viene. De hecho, hubo una fotografía de él posando con Joan Laporta y con Deco uniendo las manos en señal de una unión que parece que no es tan firme como se exhibe.