Hace cinco días, la Policía detuvo a Rafa Mir, jugador del Valencia cedido por el Sevilla, debido a un presunto delito de violación. La base sobre la que su defensa construirá sus argumentos ya ha salido a la luz gracias al diario 'El Mundo', que asegura que sus abogados han extendido un escrito a la Justicia para señalar que, ya en el atestado de la Guardia Civil recogiendo lo que ocurrió, se ofrecen pruebas de que no hubo agresión sexual.
"De forma consentida, se ha marchado a un baño de la vivienda, donde han intimado y (Rafa Mir) le ha introducido varios dedos en la vagina. Ella le ha dicho que parara, haciéndole caso y han salido otra vez a la piscina", redactaron los agentes, según los letrados del jugador. "Lo anterior evidencia una investigación sesgada por unidireccional de la Guardia Civil", resalta, para mayor concreción, Jaime Campaner.
La versión de las denunciantes apunta a un comportamiento distinto por parte del investigado, que reconoció, como se puede leer en el medio 'Levante-EMV', que vio "la sangre, era un arañazo, nada más" en el brazo de la supuesta víctima. Esta había aludido a varias lesiones leves como la admitida por el acusado o unos moratones de los que todavía no han surgido evidencias. Quizá la concesión del 'che' se diera para restar importancia a lo alarmante que puede resultar mencionar la existencia de sangre en el encuentro.
Mientras Rafa Mir gestiona este asunto, el Valencia y el Sevilla están a la espera de su desarrollo para tomar decisiones. Mestalla ya le ha dado varios días de asueto para que se encargue de los que necesite con sus abogados. El Ramón Sánchez-Pizjuán permanece en un segundo plano porque le tiene a préstamo en la ciudad del Turia, que volverá a la acción, tras el parón internacional, contra el Atlético de Madrid el día 15 de este mes.