El Borussia-Madrid de abril de 2014 será recordado por un sinfín de circunstancias. El miedo de Illarra, la eclosión de Casemiro, la remontada inconclusa del Borussia. Aquella que no llegó porque un milagroso palo de Mkhitaryan lo evitó.
8 de abril de 2014, Signal Iduna Park. Un Madrid sin Cristiano era capaz de contener la oleada amarilla, que en poco más de media hora se colocó a un gol de igualar el 3-0 de la ida que los de Ancelotti creían suficiente bagaje. Craso error. Klopp y su tropa jugaron varias marchas por encima, quedando de aquel día una jugada para la historia blanca.
Y no porque el protagonista fuera un jugador del Madrid, qué va. El 'héroe' en aquella ocasión fue Mkhitaryan. Sí, como leen. El armenio dejó al madridismo con un pie en urgencias con un fallo imperdonable. Un error que abrió la puerta del sueño dorado del Madrid en los últimos años: la Décima.
Minuto 65 de encuentro. El Madrid, descompuesto tras un fallo desde el punto de penalti de Di María y azotado por dos goles tempraneros, sólo podía verlas venir, acobardado a pesar de su historia y de la renta que guardaba.
En esas, Reus profundizó para un Mkhitaryan que se plantó solo delante de Casillas. Un par de toques y el guardameta ya no tenía opción de tapar la acción. Pero al armenio se le cruzaron los fantasmas por delante y, con toda la portería desguarnecida, enviaba el balón al poste.
Al Madrid volvió a latirle el corazón después de aquel milagro, aunque fue Casillas el que recordó sus mejores tiempos con dos buenas paradas que le enseñaron al Borussia la puerta de salida. El Madrid sudó sangre para colarse en semifinales, pero toda su gente recuerda aquel palo con una sonrisa. El palo que abrió el camino a la Décima.