Dos pesadillas y un milagro en Balaídos

Sergio Álvarez hace 6 años 17.7k
El Barcelona cayó en la pasada campaña en Balaídos por 4-3. EFE

Las últimas tres visitas del Barcelona al campo celeste han sido dignas de un auténtico 'thriller', con dos derrotas contundentes y una victoria por la mínima que valió una Liga.

Vuelve la Copa a principios de año a Vigo con el recuerdo de la eliminación del Real Madrid a manos de los de Berizzo hace prácticamente un año. Los celestes, ahora con Unzué, esperan repetir la hazaña ante un Barcelona que reservará a sus mejores hombres para la Liga.

Son los Barcelona-Celta partidos de alta tensión desde hace algunos años en Liga. Y es que los vigueses parecen haberle tomado la medida a los azulgranas, pues han logrado que pinchen en bastantes ocasiones ante ellos durante el último trienio.

En Liga, Balaídos se ha convertido en un fortín para el Celta ante un Barcelona que sólo puede sacar pecho con el 0-1 de la 2014-15 que acabó valiendo un título. Los de Luis Enrique se la jugaban en Vigo y se impusieron por 0-1 con un gran gol de cabeza de Mathieu en el camino hacia la primera de las dos Ligas que Luis Enrique cosechó en su estancia en el Camp Nou.

Pero, desde aquel ya lejano 5 de abril de 2015, el Barcelona no ha vuelto a ganar en Balaídos. La visita de la 2015-16 fue un punto de inflexión para los 'culés', pues cayeron por 4-1 y tuvieron que cambiar algunas cosas para que, aún pronto, la Liga no empezara a escaparse.

Y la pasada campaña, también a principios de Liga, el Barça perdió por 4-3 en aquel partido del pésimo despeje de Ter Stegen que permitió al Celta poner tierra de por medio en el encuentro. La reacción tardía de los azulgranas, comandada por Piqué, fue incompleta y el Barcelona cayó por segundo año seguido en Balaídos.

Así llega este enfrentamiento de Copa, al que ya le puso algo de picante el 2-2 del Camp Nou hace escasas jornadas de Liga. El Barcelona, ya lo sabemos, llega sin Messi y Luis Suárez, pero con un Dembélé que tiene muchas ganas de agradar y volver a sentirse futbolista. Y nosotros de verle de nuevo sobre el terreno de juego.

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