"Pasé seis meses preguntándome qué pintaba allí. Era surrealista...", ha explicado Dugarry. El futbolista desveló que tuvo que acudir hasta las oficinas del Camp Nou para implorar que le dejaran marchar. "Había firmado por tres temporadas, pero fui al despacho de Van Gaal para decirle que me dejara ir", ha apuntado.
Y es que las técnicas de Van Gaal no eran muy del gusto de Dugarry. "Utilizaba botellas de agua para hablarnos de la táctica. Nos decía cosas como "en el minuto 23 perdiste un balón, en el 48, otro... ¿cómo lo explicas" y tenías que contestar", ha desvelado.
Ante esta situación, Dugarry explotó. "No podía más. Entonces fingí llorar y dije "No puedo más, quiero irme", ha concluido. Y así fue como Dugarry logró dejar atrás el Barça...