El combinado belga comenzó la clasificación para la Eurocopa 2020 con un trabajado triunfo ante Rusia, dirigido por un Eden Hazard que se echó a la espalda al equipo cuando más lo necesitaba, cuando Bélgica se tambaleó por el error de Thibaut Courtois.
El camino hacia la Eurocopa itinerante de 2020 comenzó para Bélgica y Rusia con sensaciones opuestas. Mientras los 'Diablos Rojos' vieron cómo su partido iba de cero a cien y de nuevo a cero en cuestión de minutos, los rusos, por su parte, sintieron que la buena dinámica de su Mundial seguía.
Bélgica se adelantó al cuarto de hora con un gol de Youri Tielemans, y los belgas quizá sintieron que el partido estaba bien encaminado. Pero nada más lejos de la realidad.
Un error de Thibaut Courtois, quizá por exceso de confianza del arquero belga, regaló el gol a Rusia. Dzyuba presionó al espigado arquero belga, éste perdió el balón y no pudo evitar que Cheryshev hiciese el empate a puerta vacía.
El gol fue un mazazo. Bélgica se tambaleó, pero logró mantener la compostura y agunatar la reacción rusa. Los de Roberto Martínez lograron hacerse de nuevo con el control del balón, y el empate parecía condenado a deshacerse.
Pero Rusia aguantó el chaparrón, hasta que Eden Hazard se puso manos a la obra y logró dar la vuelta a la situación. Un gol suyo al filo del descanso hirió de muerte a Rusia, y tras el descanso, más de lo mismo.
Bélgica dominó el segundo periodo, pero Rusia aguantó. O trató de aguantar. La posibilidad de sacar algo en claro de las tierras belgas parecía cada vez más remota, y de nuevo Eden Hazard hizo acto de aparición.
Suyo fue el gol de la tranquilidad, en el minuto 88. Fue la sentencia para un combinado ruso que dio la cara, que tuvo sus opciones, pero que terminó derrotado de una forma más amplia de la que quizá hubiera merecido. La roja a Golovin, por doble amarilla, quizá sea el mejor resumen de una Rusia que quiso, pero no pudo.