La selección española superó con claridad a otra mundialista como Costa Rica, dando una lección de fútbol con un vistoso juego que se ampara en la excelencia de Isco Alarcón, el liderazgo de Andrés Iniesta, el factor sorpresa de los laterales o la racha goleadora de Álvaro Morata.
Las claves del buen momento de España lo marcan:
1. La excelencia de Isco: "Es un jugador que está asentado en la elite y la excelencia. Es muy difícil tener continuidad en el nivel de exigencia máximo", aseguró el seleccionador Julen Lopetegui tras un nuevo partido en el que el fútbol de Isco fluye con naturalidad y divierte a todos. Se asocia con todos sus compañeros, pide el balón siempre para inventar, lo mismo sale con una ruleta o un túnel preciosista del rival. En su vuelta de local a La Rosaleda la puso en pie hasta que una durísima entrada cortó su show. Ha dado un paso al frente en madurez para ser el gran referente.
2. El liderazgo de Iniesta: el fútbol de altos quilates que recupera la selección española tiene esos trazos que marcó la 'generación de oro' del fútbol español con abanderados como Iniesta. Es el portador de un estilo, ya sin Xavi Hernández, que extienden ahora jugadores como Thiago, Isco o David Silva, a un paso ya de ser el tercer máximo goleador de la historia de la Roja. De sus combinaciones solo salen cosas buenas. De la velocidad con la que inventan fútbol surge sufrimiento y desgaste de rivales que ven anuladas sus virtudes. Iniesta comienza a vivir una segunda juventud con España, el hábitat donde es feliz jugando al fútbol.
3. El factor sorpresa en los laterales: la baja de Dani Carvajal ha dado paso a una gran revelación como Odriozola. Lopetegui encuentra el equilibrio perfecto en las dos bandas, junto a Jordi Alba en esplendor físico, para apostar por dos laterales de largo recorrido que pasan gran parte del partido convertidos en extremos. Cuando los magos del centro del campo no encuentran espacios en asociaciones en corto por el centro, inventan pases en largo medidos a las subidas de dos atletas. Generan desequilibrio a un rival que no sabe como situarse para defender.
4. La racha de Morata: ser 9 en la selección española nunca es fácil y Morata está cogiendo el truco para no ser una isla en punta, aislarse del juego combinativo de sus compañeros y estar solo para rematar. Su movilidad, la caída a los costados y la búsqueda de espacios entre centrales, le dan el premio de las ocasiones. A Costa Rica le hizo un tanto, en la ocasión que no tuvo que pensar, y le faltó acierto en la definición de las más claras. Lo importante para Lopetegui es que sigue marcando y creciendo mientras se espera el regreso de Diego Costa en 2018.
5. Nuevas piezas que encajan: con Kepa y Luis Alberto se llegó a ocho debutantes desde la llegada de Lopetegui, lista que se ampliará en Rusia a nueve con Suso. Jugadores como Saúl Ñíguez, Iago Aspas, Ander Herrera, Asier Illarramendi, Álvaro Odriozola y Jonathan Viera no desentonan cuando son citados. Algunos estarán en la lista definitiva y representan la mezcla perfecta entre los veteranos que lo han ganado todo y los que llegan con hambre de éxito. La filosofía de Julen, de premiar a casi todo jugador que brilla con fuerza en su equipo, está siendo un aliciente para todos