El arte de sentenciar una eliminatoria en 22 minutos
El Manchester City fue un torbellino en Suiza y dejó prácticamente sentenciada la eliminatoria en 22 minutos de excelente fútbol ofensivo.
Vale que la suya era la eliminatoria más sencilla, pero el Manchester City no dejó ni que hubiera un poco de emoción. Los de Pep Guardiola transformaron St. Jakob Park en un solar con una primera media hora de ensueño en la que dejaron la eliminatoria prácticamente sentenciada con tres goles.
Ausentes Sané y Silva, Guardiola apostó por Bernardo Silva, uno de sus fichajes más criticados, y el portugués no falló. Se convirtió en protagonista desde el inicio, entrando constantemente en juego por la banda derecha y culminó una gran primera parte con el segundo tanto, anotado de volea tras un centro desde la izquierda.
Antes, De Bruyne había hecho acto de presencia para firmar su decimonovena asistencia del curso. El belga puso un córner y un sospechoso no habitual como Gündogan la llevó a la red con un espléndido cabezazo. El tercero, cómo no, llegó de la mano de Sergio Agüero, que realizó un golpeo seco desde la frontal para sorprender a un Vaclik al que ya había avisado en un par de oportunidades poco antes.
Fueron 22 minutos para enmarcar en los que el Manchester City de Guardiola recordó, por momentos, al mejor Barcelona, aquel que en 2011 dominó con puño de hierro la Champions League y se llevó el título ante el Manchester United.