Lo de Gareth Bale escapa a toda explicación lógica que uno quiera darle. Unos pocos días después de causar baja para el 'Clásico' por unos supuestos problemas de espalda, el extremo fue protagonista absoluto con Gales al anotar un doblete que permitió a su selección clasificarse para la final de la Repesca.
El físico austríaco-irlandés Erwin Schrödinger puso sobre la mesa en 1935 un experimento mental sobre un gato. En dicho supuesto, se metía al felino dentro de una caja sellada. Junto a él, se ponía un recipiente con cianuro. Según él, existía un 50% de posibilidades de que el 'minino' siguiera vivo y otro 50% de que el bote se rompiera, dejándolo sin vida.
Este supuesto comenzó a popularizarse para hacer referencia a asuntos extraños, poco concretos o, directamente, sin respuesta. Si hablamos de Gareth Bale, podemos afirmar con rotundidad que se mueve por las tres coordenadas.
Permítanme una comparación, en este caso, con el Dr. Jekyll y Mr. Hyde. El 'Expresso de Cardiff' lleva años siendo una incógnita constante para los aficionados del Real Madrid y para el mundo del fútbol en general.
Una lesión perenne, que parece movérsele de un músculo a otro, ha provocado que esta temporada solo acumule cinco partidos y 270 minutos con la casaca 'merengue'. Sin ir más lejos, se perdió el 'Clásico' por un supuesto problema en la espalda.
Sin querer poner en duda su palabra, tan solo cuatro días después fue el protagonista absoluto de su país. Gracias a su doblete, Gales se impuso a Austria y jugará la final de la Repesca en busca de un hueco en el Mundial de Catar.
Lo cierto es que lleva los mismos partidos disputados con Gales que con el Madrid durante este curso, algo que llama poderosamente la atención a estas alturas de la temporada. Solo el tiempo dirá si por fin se ha recuperado de todo lo recuperable o, por contra, sufre su enésima recaída de cara al partido ante el Celta del próximo 2 de abril.