El fútbol te lo puede dar todo justo después de quitartelo. Hace seis meses, la vida le pesaba y su sueño había tornado a pesadilla, ahora Jean-Michael Seri está en el punto de dos de los grandes de Inglaterra.
Todo comenzó con un "si el Barça viniera a por mí, no me lo pensaría ni un segundo". El centrocampista del Niza se dejó querer, de manera explícita, por la entidad azulgrana y eso desencadenó que, buscando un centrocampista de corte creativo, desde la Ciudad Condal se fijaran en él.
Le veían como el nuevo Xavi, como el elegido para hacerse dueño de un puesto en la sala de máquinas. Después de deslumbrar toda la temporada en Niza, parecía haber llegado su momento. Su club aceptó que se marchara al Barça para cumplir su sueño, pero Bartomeu se plantó en el último momento.
Hubo acuerdo cerrado incluso, pero el presidente 'culé' llamó al mandamás del Niza para echarse atrás cuando todo estaba hecho, algo que provocó "muchos problemas" al jugador, según palabras de su propio representante.
Pero los reveses del fútbol están para superarlos y Seri se tomó muy en serio lo de volver a ser feliz. Destacó en público que él no es segundo plato "ni del Barcelona" y luchó contra sí mismo para volver a sentirse importante y hacerlo en el club que sí le quería.
Seri volvió a sonreír y a mostrar su mejor fútbol. Decidió no hablar en público, pero sí sobre el campo. Superó su decepción y volvió a volar. Ahora son Mourinho y Pep los que se interesan por el jugador que vivió una pesadilla por parte del Barcelona... y por ahora tienen ventaja los 'red devils'.