El Bayern de Múnich no pasó del empate a uno en casa ante el Bayer Leverkusen, que resistió el asedio de un equipo local poco inspirado. Süle marcó el 1-0, pero un autogol de Müller supuso un 1-1 que ya no se movería del marcador.
El Bayer Leverkusen demostró en Múnich que este año quiere darle más de un dolor de cabeza a los Bayern, Borussia Dortmund y cía. Y es que este curso, a diferencia de los últimos, está logrando aunar a su buen fútbol una regularidad que no tuvo en el pasado.
Los visitantes arrancaron un punto ante un Bayern que dominó, pero sin la frescura de otras tardes. Lewandowski anduvo lejos de ser ese '9' que reina en Alemania y en Europa. Y Müller, de ese desatascador y conductor que da sentido a los ataques de su equipo.
A los puntos, ganaron los de Nagelsmann. Comenzaron asediando y acabaron asediando. Süle, a los 14 minutos, recogió un balón sin dueño tras varios rebotes en el área y después de una pésima salida de Hradecky para anotar el 1-0.
Parecía que el Bayern, como tantas veces, acababa de abrir una lata que contendría otra goleada. O, al menos, que pasaría a dominar, ya sin la presión del marcador, y ahogaría las esperanzas del Bayer Leverkusen. Pero las tablas volvieron al luminoso antes del descanso.
En el 36', Müller firmó un autogol cuando el balón no suponía peligro alguno para su portería. Fue en un saque de falta del Leverkusen que no iba a ningún lado, al menos, con su misma camiseta. Ulreich ya se disponía a blocar el envío, pero Müller se tiró y metió la punta de la bota para mandar el balón al fondo de su propia portería.
Ese 1-1 ya no se movería pese al asedio, aunque sin el dinamismo y la electricidad de otras veces, del Bayern en el segundo tiempo. Supo defenderse bien un Bayer Leverkusen que incluso respiró con peligro en algún contragolpe.
Al final, el punto deja al conjunto bávaro con 59 unidades en el liderato, con nueve más que un Borussia Dortmund que tiene un partido menos. Tercero aparece el Bayer Leverkusen con 45, cuatro más que RB Leipzig y Freiburg.