Victoria de mérito para un Elche que da un paso de gigantes para certificar la permanencia. Fue mejor que el Cádiz e incluso con uno más, el equipo de Álvaro Cervera no generó verdadero peligro para puntuar.
El 'play off' no perdona y los errores se pagan. El conjunto gaditano no estuvo presente en el Martínez Valero, donde se sintió incómodo a partir del primer cuarto de hora y no mostró la versión de las últimas jornadas.
Valor para el Elche, que dio todo lo que tenía durante el encuentro. El partido, sin embargo, gozó de pocas ocasiones, sobre todo por la inoperancia amarilla en campo rival.
Verdú y Kecojevic amenazaban en sendos saques de esquina. El Elche fue mejorando, inclinó su ataque al costado diestro, donde Iván Sánchez fue un auténtico puñal que hizo sufrir a la defensa del Cádiz.
Pasada la media hora de partido, un balón rechazado en el área acabó con una volea espectacular de Dani Calvo que acabó entrando por la escuadra. Un chut que equivale a tres puntos.
Pero Juan Cruz se encargó de echarle un cable al equipo de Álvaro Cervera. Entrada criminal al tobillo de Rober Correa y expulsión merecida para el lateral izquierdo franjiverde, que se marchaba protestando.
Tras el paso por vestuarios, el dominio del Cádiz se acentuó, pero solo de manera territorial y hasta lo que el Elche le permitía. Los de Cervera no conseguían darle fluidez a la posesión para crear peligro sobre la meta de Édgar Badía.
Machís y Manu Vallejo seguían sin conectar, lo cual demostraba la mala noche del Cádiz, que debe olvidar la derrota cuanto antes, pues el Mallorca llega apretando. El Elche estalló de ilusión por un trabajo bien hecho que sabe a permanencia.