El Cádiz se niega a sufrir esta temporada por el descenso. Victoria fundamental para los de Álvaro Cervera (3-1), que llevaban cinco semanas sin ganar y lograron batir a un Alavés que soñó con puntuar, pero al que le mermó demasiado la expulsión por doble amarilla de Tachi.
Casi finalizada la primera vuelta en la élite del fútbol español, el Cádiz puede ir haciendo balance y el resultado será muy positivo para Álvaro Cervera, que ha alcanzado con su equipo los 23 puntos y, además de decir adiós al descenso, sigue soñando con los puestos de Europa.
La victoria ante el Alavés era fundamental. Había mucho en juego para el conjunto amarillo: acabar con una mala racha de cinco semanas sin conocer el triunfo, golpear a un rival muy directo por la permanencia y finalizar la jornada de nuevo más cerca de la zona noble que del farolillo rojo.
Sensaciones contrarias para el Alavés, que vuelve a dejar escapar una oportunidad de oro para alejarse de los puestos calientes de la tabla. El equipo albiazul respondió en la primera parte, pero le costó rehacerse tras la justa expulsión de Tachi en el inicio del segundo tiempo.
Arrancó mejor el Cádiz, más necesitado de reencontrarse con su mejor versión en el Carranza. Y pronto logró abrir la lata gracias a una acción controvertida: balón rechazado en el área pequeña y remate de Álex, que estaba por delante de Pacheco, a placer. Lo anuló el colegiado por fuera de juego, pero el VAR dio validez al tanto -al parecer- porque el balón llegó rechazado de un rival.
Sin embargo, poco le duró la alegría al conjunto de Cervera. Ocho minutos después, en el 23', Fali cometió una pena máxima absurda con un agarrón descarado. El VAR volvió a intervenir para que Sánchez Martínez señalara el punto de penalti y Joselu se encargó de transformarlo tras engañar a Ledesma.
La igualdad se mantuvo hasta el descanso. 1-1 y el Alavés, con opciones de sorprender por las bandas, donde Luis Rioja se estaba dejando ver con frecuencia. Pero el Cádiz tiene dinamita en ataque y Lozano, en una contra, decantó el choque tras el paso por vestuarios.
El Choco ganó en la carrera a Tachi y este, que ya tenía amarilla, le cazó a ras de suelo en una jugada muy peligrosa de ataque. El resultado, segunda amarilla y expulsión. Jugar con uno menos fue una losa muy pesada para el Alavés, que junto a Machín se vino abajo en el Carranza.
Y para más inri, seis minutos después, Lozano remató al más puro estilo 'killer' un gran envío de Espino, que le sirvió el gol en bandeja. El 2-1 fue clave para acabar con las esperanzas vitorianas, a pesar de que Luis Rioja rozara el tanto con un disparo que Ledesma envió a la cepa del poste.
En el 68' llegó la sentencia. Lozano, desde la izquierda, asistió para el disparo cruzado de Negredo, imparable para Pacheco. Un tanto que refrendó la piña gaditana y que rubricó una victoria clave para seguir soñando con la cabeza alta. El Alavés tendrá que seguir mirando de reojo por el retrovisor.