Osasuna dio un golpe sobre la mesa y consiguió vencer al Villarreal por 1-2. Los 'rojillos' se adelantaron en el marcador por mediación de Lucas Torró, pero Gerard Moreno logró la igualada en la segunda mitad. Sin embargo, el Chimy Ávila puso el definitivo 1-2 en el minuto 87.
Osasuna creyó hasta el final y acabó con el Villarreal en el 87'. El conjunto de Jagoba Arrasate se alzó con los tres puntos en La Cerámica en un duelo en el que nadie daba por vencedor al cuadro 'rojillo'.
El comienzo del choque tuvo un único dueño y ese vistió de amarillo. Los 'groguets' mostraron una superioridad aplastante en los primeros compases del encuentro, aunque de cara a puerta no estuvieron muy afortunados.
Eso sí, la posesión fue para el 'submarino amarillo', mientras que Osasuna apenas salió de su campo. Aun así, los navarros mostraron una defensa férrea y casi inexpugnable para los de Unai Emery.
Poco a poco, Osasuna fue llegando a la portería defendida por Rulli, aunque sus acercamientos fueron algo tímidos. Sin embargo, superado el ecuador de la primera mitad, el conjunto visitante hizo saltar las alarmas en La Cerámica.
Torró aprovechó a la altura del punto de penalti un balón de su compañero Manu Sánchez y, libre de marca, fusiló al portero argentino. Un desajuste en la zaga amarilla y la rápida salida al contragolpe de los 'rojillos' fueron los desencadenantes del 0-1.
Al filo del descanso, Sergio Herrera se vistió de auténtico héroe para su equipo. El meta de Osasuna consiguió sacar el disparo envenenado de Trigueros a la escuadra. El esférico quedó muerto y Gerard Moreno golpeó con violencia, pero su tiro se estrelló en el palo. Tuvo el empate el Villarreal en los últimos instantes de la primera mitad.
En el comienzo de los segundos 45 minutos se pudo ver a un conjunto local mucho más ordenado y con las ideas claras. Danjuma y Yéremy Pino fueron los más activos de su equipo, ya que por las bandas encontraron una auténtica autovía para tratar de hacer el empate.
Este no tardo en llegar y en el minuto 55, Gerard Moreno igualó la contienda. El delantero, que volvía pisar un terreno de juego tras superar sus problemas físicos, empaló el centro de Pedraza y, de volea a lo Zinedine Zidane, puso el 1-1.
A partir de aquí, el dominio fue única y exclusivamente 'groguet'. Pedraza dio aire fresco a su equipo y además tuvo en sus botas el tanto que adelantase a su equipo. Desafortunadamente para sus intereses, la madera lo impidió.
Los últimos diez minutos del encuentro no dejaron a nadie como favorito sobre el campo, aunque el Villarreal lo intentó a la desesperada. Pero el destino tuvo guardado un final de película a Osasuna y sobre todo al Chimy Ávila.
Tras un nuevo fallo defensivo de Mandi, que incluso fue tímidamente pitado por la afición, el argentino se aprovechó de una mala entrega atrás y batió por bajo a Rulli. La locura se desató en el banquillo navarro, que vio como su trabajo dio sus frutos. La otra cara de la moneda fue el Villarrreal, que no fue el equipo al que nos tiene acostumbrados Unai Emery y que pagó su exceso de confianza. El 'submarino amarillo' puso fin así a su imbatibilidad en Liga.