El Ciutat de València fue una caldera
El derbi valenciano estuvo protagonizado por el reparto de puntos entre el Levante y Valencia y, además, por el calor infernal que sufrieron todos los que se acercaron este domingo al Ciutat de València.
El Ciutat de València fue una caldera. El derbi valenciano se vivió con intensidad en todos los sentidos, no solo por los cuatro goles que pudieron celebrarse, sino por los 30 grados que llegaron a alcanzarse sobre el césped.
Por eso, los aficionados tuvieron que combatir las altas temperaturas como buenamente pudieron, con abanicos, parasoles, botellas de agua y gorras.
Los jugadores también se vieron obligados a hidratarse media hora después del comienzo del partido, después de que el árbitro detuviera durante unos minutos el encuentro para que ambos equipos pudieran refrescarse.
En el aspecto puramente deportivo, Levante y Valencia se repartieron los puntos, gracias a un 2-2 protagonizado por el doblete de Roger y los tantos de Cheryshev y Parejo.