El Córdoba CF ha salido de los puestos de ascenso directo tras dieciséis jornadas al caer ayer ante el Leganés (2-3), que precisamente le arrebata esa privilegiada situación que mantuvo durante quince partidos de manera consecutiva desde octubre, ya que ante los madrileños defendía la segunda plaza.
Los blanquiverdes se sitúan ahora en la tercera plaza después de acumular cuatro derrotas en las últimas seis jornadas, es decir, sólo ha sumado seis de los últimos dieciocho puntos que se pusieron en juego, para ceder la segunda plaza al conjunto madrileño que con cuarenta puntos aventaja ahora en uno a los hombres de José Luis Oltra que podrían caer al cuarto puesto si Osasuna gana o empata en Miranda de Ebro (Burgos).
Además los pepineros le tienen ganado el coeficiente particular, dado que en la segunda jornada de la Liga Adelante se impusieron en Butarque por 3-1, por lo que de esta forma los califales también pierden el segundo coeficiente particular hasta ahora disputado, el primero lo cedieron la pasada jornada ante el Real Valladolid.
Esta trayectoria descendente del Córdoba, que hasta ahora había sido el equipo más regular dentro de los puestos directos de ascenso, llega tras acumular por tercera vez en el campeonato dos derrotas seguidas, una secuencia que se inició en septiembre precisamente ante el Leganés tras caer en tierras madrileñas y posteriormente en El Arcángel ante el Alcorcón (1-3), su próximo rival el domingo en Santo Domingo en la matinal.
Posteriormente cayó en el último partido de 2015 en el Martínez Valero ante el Elche (2-1), en el transcurso de la jornada decimoctava, para luego ceder en El Arcángel ante el Mirandés (1-2) en el primer partido del 2016.
De esta forma el Córdoba acumula ya tres derrotas ante su afición, cuando hasta ahora su principal aval para estar en la zona de ascenso se fundamentaba en que era el mejor equipo de la competición como local, privilegio que cede al Leganés, dado que los blanquiverdes se quedan en veinticinco puntos bajo el calor de su afición frente a los veintiséis que tienen los madrileños que aún no conocen la derrota en su casa.