La familia Pozzo es ampliamente conocida por sus negocios con clubes de fútbol de la llamada 'clase media'. Su última aventura empresarial en España no terminó como les hubiera gustado, y ahora parece que se marcan otro objetivo.
El Real Valladolid ha estrechado lazos en los últimos días con el Watford. Dicho club, como el Udinese italiano, está en manos de la familia Pozzo, cuya fortuna procede de la industria metalúrgica.
En los últimos días han llegado cinco jugadores procedentes del club inglés, Sulayman al primer equipo, y cuatro futbolistas colombianos al Promesas.
Gino Pozzo, el hijo mayor de Gianpaolo Pozzo, el patriarca del clan, es ahora quien lleva las riendas de los negocios familiares. Entre ellos, el fútbol.
Gino es propietario del Watford, pero también del Udinese. Y recientemente visitó Valladolid, se entrevistó con el presidente, Carlos Suárez, con el director deportivo, Miguel Ángel Gómez, conoció el estadio, el equipo...
Fruto de esa visita comenzó la relación entre la familia Pozzo y el Real Valladolid. Los Pozzo quieren dar salida o acomodo a varios jugadores que no tienen sitio ni en la Premier ni en la Serie A, y la Segunda División española parecía el escenario perfecto para ellos.
Hay que recordar que Pozzo fue también propietario del Granada durante casi una década, gracias a la colaboración con los empresarios españoles Quique Pina y Juan Carlos Cordero. En ese tiempo llevó al club nazarí de Segunda B a Primera, y lo asentó en la categoría, gracias en parte a las cesiones de Watford y Udinese, claro.
Quizá estos acuerdos sean el primer paso para la irrupción del capital italiano en el club blanquivioleta, o quizá todo quede en una colaboración entre los clubes que favorezca a ambos: el Valladolid se nutre de buenos jugadores y, a cambio, se los foguea a Watford y Udinese y, de paso, contribuye a que consigan el pasaporte comunitario muchos de ellos.