El Alavés ha logrado ese cambio que necesitaba para escapar del descenso. Segunda victoria consecutiva (2-1) en el segundo encuentro con Javi Calleja al mando frente a un blando Villarreal que perdonó y se mete en un aprieto.
No da un respiro el descenso, que está a prueba de verdaderos sufridores. El Alavés puede respirar aliviado, ahora mismo es el mejor posicionado para huir de la quema. Hay mucho en juego y Calleja está respondiendo.
Además, el partido frente al Villarreal, una auténtica final para seguir la racha en Mendizorroza, coincidió con el Elche-Valladolid, que fue otra pequeña alegría por el empate en el Martínez Valero entre dos rivales directos.
Partido especial para Calleja, que se reencontraba con el Villarreal tras dos etapas distintas como entrenador en La Cerámica. De momento, su experiencia en Vitoria es inmejorable tras ganar también a la SD Huesca.
Este Alavés ha demostrado que sabe sufrir y que tiene mucha mordiente arriba. Calleja ha recuperado al mejor Lucas Pérez pero, sobre todo, al mejor Joselu de la temporada. El gallego está a un nivel excelso y fue el hombre del partido.
Y pronto, la fortuna también sonrió. En el minuto 17, Joselu aprovechó un remate en semifallo de Jota para marcar a placer. Hay que estar ahí. Con el marcador a favor, el Alavés llevó mejor la tensión en Mendizorroza.
Pasaron los minutos y el Villarreal despertó de su letargo para hacerse dominador del choque. Alcácer amenazó con un disparo lejano y Pacheco emergió para salvar los muebles con varias intervenciones de mucho mérito.
Tras el descanso apareció la calidad del 'submarino' arriba: centro de Gerard Moreno -¿quién si no?-, control de Alcácer y buen remate ante la salida del meta albiazul. Un empate importante que abrió las cosas y obligó al Alavés a salir de su embotellamiento.
Por momentos parecía que el Villarreal se llevaba el gato al agua, pero a base de coraje el Alavés reaccionó y, en un final igualado, Édgar Méndez, uno de los cambios de Calleja, fusiló a Rulli con una potente volea a centro de Joselu, que culminó su gran partido. Los de Emery dan un paso atrás por Europa. Para el Alavés, una victoria balsámica para refrendar el 'efecto Calleja'.