Victoria fundamental del Elche en el Martínez Valero (2-1). Fue superior el equipo de Fran Escribá ante un Sevilla desaparecido que, como en la debacle en el Camp Nou, volvió a perder su identidad de juego.
El Elche ha cambiado completamente. La llegada de Fran Escribá ha impulsado al conjunto ilicitano, que ha encontrado el camino por donde rinde mejor y, sobre todo, su once tipo. Ya en Granada mereció más, pero ante el Sevilla no perdonó.
Jugó sus bazas el Elche a la perfección, consciente de que era el momento idóneo para enfrentarse al Sevilla, derrumbado por el zarpazo que se llevó en el Camp Nou en Copa del Rey. Lopetegui trató de reconstruir su equipo, pero no funcionó nada.
Toma y daca en la primera parte, con un Elche más incisivo gracias a la velocidad y decisión de Tete Morente y Fidel por ambas bandas. Carrillo y Boyé repitieron como pareja de ataque, y se compenetraron bien para no dejar descansar en ningún momento del partido a la zaga del Sevilla.
Ni cuando dominaba la posesión el Sevilla estaba cómodo el cuadro hispalense. Frente al Barcelona le costó robar la pelota, pero esta vez que la tuvo no supo qué hacer con ella, al margen de algún que otro buen envío de Escudero por banda izquierda y el balón parado.
Al descanso, máxima igualdad y mejores sensaciones para un Elche que estaba llevando el partido por los cauces que le beneficiaban. Un duelo de mucho desgaste donde los de Escribá iban a llegar mejor al final del duelo por el tremendo desgaste de su rival.
Aguantó el tipo el Eche hasta que se desplegó con mayor profundidad en ataque. Lucas Boyé estuvo a punto de aprovechar un error monumental de Gudelj en la salida de balón, pero Vaclík salvó los muebles con un pie que mantuvo con vida a los suyos.
Cumplido el minuto 70 llegó el premio que encarriló mucho todo para el Elche. Un gran centro atrás de Fidel encontró a Raúl Guti, que fusiló sin contemplaciones al meta checo de Lopetegui. El técnico del Sevilla no sabía por dónde reaccionar, ni los cambios surtieron efecto.
Para más inri, a los siete minutos, un testarazo de Carrillo acabó convirtiéndose en gol merced a la revisión del VAR tras entrar con suspense. Una losa en forma de gol demasiado pesada para el equipo andaluz, que reaccionó tarde en busca del empate.
En el 90' de juego apareció Luuk de Jong para cabecear un excelente centro de Acuña. El ariete neerlandés permitió al Sevilla creer, pero esa sensación fue efímera en la semana más negra en lo que va de temporada. Y el Elche, catapultado a por la permanencia.