¿Quién iba a pensar que el Everton fuera a llegar a la recta final del partido contra el Hull City por detrás en el marcador? Pues así ha sido, pero Barkley acudió al rescate con el último aliento de los suyos para salvar los muebles.
De hecho, el Everton fue por detrás en el marcador casi todo el partido. Desde el minuto siete, cuando Dawson sorprendió a la zaga 'toffee' y batió a Joel, para ser exactos.
La sorpresa fue notable, pero el Everton se recompuso con el paso de los minutos, y conforme nos acercábamos al descanso, más se veía venir que iba a llegar un gol para los de Koeman.
Y así fue, aunque con cierta fortuna. Fue en el descuento, a la salida de un córner. El balón rebotó en Marshall con tan mala fortuna que se coló en su propia portería.
El Everton salió en la segunda parte con la lección aprendida, y apretó las tuercas al Hull City, pero no resultó. Más bien todo lo contrario: en el 65' Snodgrass anotó el segundo para los 'tigers', cuando peor estaban.
Y el partido dio la vuelta. Empezó a jugar mejor el Hull y el Everton se desdibujó. Cuando parecía que los tres puntos se quedarían en casa, apareció Barkley, a cinco del final, y rascó un empate casi 'in extremis'.
Con poco más que el descuento por jugarse, los rivales enterraron el hacha de guerra y dieron por bueno un empate para despedir el año. Un empate que vale a poco a ambos, pero ya saben lo que se dice, 'punto es punto'.