El Extremadura derrotó al Racing de Santander en casa (3-1) y lo dejó al borde del descenso a la Segunda División B. Los dos graves errores que cometieron los de Oltra en la primera parte les condenaron a la derrota. Luego, los de Míchel subieron la guarda y hasta sentenciaron.
El Racing está herido de muerte. El último tajo se lo asesó el Extremadura en su partido en Almendralejo. Dos fallos graves rivales les pusieron las cosas de cara. No desaprovecharon la oportunidad y gastaron una de las pocas balas que les quedan por la permanencia en dejar casi cerrado el descenso santanderino.
Empezó el partido con ritmo y llegadas. Las de los locales eran de mayor calidad y, aunque Guillermo protestó con un disparo al larguero -rebotado-, Crespo tuvo que aparecer en un par de ocasiones para salvar los muebles. Ello sirvió para sentar las bases de un contexto de más igualdad que acabó echado por tierra.
Cuando ya pensaban ambos equipos en el descanso, llegó la tragedia. Primero, Crespo, que antes había estado muy correcto, despejó fatal un centro lateral a media altura y le regaló a Pinchi el 1-0. Después, Carmona le dio con la mano un tiro del '16', el árbitro pitó penalti y Rocha lo transformó.
El duelo se hizo mucho más trabado en la segunda mitad. No había ocasiones claras aunque los santanderinos trataran de revolucionar el encuentro para buscar el empate. Sus contrincantes optaban por temporizar sus posesiones: les valía de sobra el resultado.
Y su mayor pólvora les compensó con el tercer tanto. Tras un pase al área que le llegó botando a Zarfino, este superó a Crespo con una picadita de mucha calidad. Parecía el golpe de gracia, pero quedaba mucho por delante y el Racing metió una marcha más.
De ahí nació el tanto de Guillermo, que fue de las pocas oportunidades que se estaban generando. Aprovechó un rechace en el área para, con una definición muy parecida a la de Zarfino, batir a Casto. Buscaron la épica motivados por este gol hasta el final, pero el Extremadura subió la guardia, se defendió de todos los envites y acuñó los puntos.