El Real Madrid, en pleno caos institucional y deportivo, cerró la cesión de Julien Faubert. El extremo francés apenas disputó 54 minutos en dos encuentros con el equipo blanco, convirtiéndose en uno de los grandes fiascos de la historia del club.
Julien Faubert fue presentado como jugador del Real Madrid en enero de 2009 ante 50 aficionados, durante el convulso mandato de Ramón Calderón. La delicada situación del equipo contagió de pesimismo a los aficionados, que ni conocían ni tenían buenas referencias del atacante galo.
Lejos de mejorar, la historia de Faubert en Chamartín fue empeorando merced al paso de los seis meses que estuvo en el Madrid. El francés apenas disputó 54 minutos ante Racing de Santander y Athletic Club de Bilbao, dos encuentros en los que, además, fue suplente.
Sin embargo, más allá de su pobre balance sobre el césped, la imagen de que dejó Faubert en el Madrid fue su siesta en el banquillo de El Madrigal. El extremo francés se quedó dormido en la antepenúltima jornada de Liga frente al Villarreal.
Tras abandonar el Santiago Bernabéu, Faubert pasó por West Ham, Elazigsport, Girondins de Burdeos y Klimarnock, antes de poner rumbo a Finlandia para defender los colores del Inter Turku. Desde allí, se marchó a Indonesia para liderar la ofensiva del Borneo.
Pese a erigirse como uno de los indiscutibles para Martinica, Faubert nunca se ha podido quitar el cartel de uno de los fichajes más ruinosos del Real Madrid. Un millón y medio de euros por 54 minutos: a más de 28.000 euros el minuto.