El fútbol, en el fondo, son detalles

Juan Ribón hace 5 años 21.5k
El Sevilla anuló por completo al Barcelona. EFE

El Barcelona se vuelve de Sevilla derrotado, pero con la sensación de haber jugado un partido realmente malo. El Sevilla, por su parte, olvida a golpe de gol el pasado revés liguero.

Hay partidos que se resuelven por detalles. Detalles como la ocasión de Malcom en el primer tiempo, la parada de Cillessen a continuación, el paso de más dado por Amadou, el sutil roce al balón de Sergi Roberto al tiro de Banega...

Fueron detalles. Detalles que sumados uno a otro nos llevaron al partido presenciado en el Sánchez Pizjuán, en el que el Barça estuvo irreconocible desde que anunció su once, y que el Sevilla, pese a las rotaciones y bajas, le supo ganar a la perfección.

El partido fue claramente de menos a más. Tardó en arrancar, y el primer disparo entre los tres palos se hizo de rogar. Las ocasiones, que las hubo, se alternaron en ambas áreas, pero el partido se sumió en una tensa calma hasta el minuto 25.

El Sevilla había apostado claramente por entrar por las bandas y centrar al área. Con Sergi Roberto por la derecha y Nelson Semedo por la izquierda, los laterales eran el eslabón más débil de la cadena azulgrana.

En una de esas, el susto. Un centro al área de Escudero lo mandó a córner Arturo Vidal. Del Cerro Grande pitó córner, pero en el VAR le dijeron que podía ser mano. Analizaron la jugada y decretaron que el balón golpeaba en el hombro del chileno.

Hasta ahí, todo normal. Pero el colegiado, en lugar de señalar al banderín de córner a la hora de pitar para reanudar el juego, por alguna razón, quizá porque se señalaba a su hombro para explicar qué había ocurrido, parecía apuntar al punto de penalti.

Ese episodio, que debería haber sido anecdótico y poco más, cambió el devenir del primer tiempo. Porque ambos conjuntos se reactivaron. El Sevilla empezó a apretar y el Barcelona, también.

En el 35' tuvo Vidal una ocasión con un saque en corto y rápido de una falta sobre Aleñá, pero su tiro se fue fuera. Ben Yedder respondió con una serie de tres regates de fútbol sala para dejar por los suelos, literalmente, a la zaga azulgrana, pero no vio puerta con el postrer disparo.

Y, ya en la recta final, Malcom tuvo la más clara para el Barcelona, después de que Arthur le pusiera un balón una vez el desmarque de Boateng hubo arrastrado tras de sí a Kjaer. Malcom regateó a Soriano, pero se la echó muy larga y pegó en el lateral de la red.

Pero como hemos dicho, cada acción tiene su reacción, y ésta fue un paradón sobresaliente de Cillessen a Ben Yedder, cuando el Pizjuán ya cantaba el gol.

La reanudación, después del final frenético del primer tiempo, resultó más tranquila, pero pronto el Sevilla se hizo dueño, amo y señor del partido, hasta acabar encontrándose con el gol en el minuto 58.

Centró Promes desde la izquierda un balón al que no llegó Amadou por centímetros, pero al que sí llegó Pablo Sarabia, en el segundo palo, para cruzarla ante Cillessen y hacer el 1-0, un tanto muy protestado por el portero holandés, quien reclamaba fuera de juego posicional del '5' del Sevilla.

El tanto dejó al Barcelona temblando, y el Sevilla estuvo a punto de hacer el segundo hasta en dos ocasiones. Sonaron las alarmas y Valverde metió dinamita al campo. Sentó a Malcom y Boateng y metió a Coutinho y Suárez.

Y el Barça fue otro. El brasileño le dio alegría al juego azulgrana, y por momentos parecía que, de seguir ese rumbo, el Barça igualaría más pronto que tarde el partido, pero una pérdida suya, sin explicación aparente, mató el encuentro.

Contragolpeó el Sevilla, que había tenido que hacer dos cambios por lesión (Sarabia y Navas tuvieron que dejar su sitio a Franco Vázquez y André Silva), y precisamente el luso fue el que inició la jugada que terminaría en el 2-0.

Condujo André Silva por el centro, abrió para Banega y éste remató. Su tiro rozó ligerísimamente en las botas de Sergi Roberto, y se frenó lo justo para que llegase Ben Yedder en el segundo palo para embocarlo, ante la mirada de un Lenglet que volvía a salir en la foto.

Con quince minutos más de juego, el Barcelona apretó con más corazón que cabeza, y se estampó ante un Sevilla que pudo incluso aumentar la renta, pero que pareció conformarse con no encajar en casa.

El Barcelona tendrá que remontar otra vez, pero ahora sin haber marcado lejos del Camp Nou. Tras una ida de experimientos, a Valverde le toca plantear una vuelta sin concesiones, o dirá adiós a una competición que el Barcelona se ha malacostumbrado a ganar por sistema.

Mencionados en la noticia