El fútbol, mejor con pasos firmes aunque sean lentos

Antonio Tapia 77
Apostar por la cantera y su formación, una de las claves para cercer. Marilú Báez

El fútbol sin equilibrio es más complejo que triunfe y hay que poner en valor los modelos de gestión responsables que aprovechan todos sus recursos. Un ejemplo es el Málaga, que está montando las bases de un proyecto de futuro.

En mi dilatada experiencia en el mundo del fútbol como entrenador en la élite, de formación o incluso como director deportivo de La Academia del Málaga CF he podido observar muy de cerca la importancia de tener modelos sostenibles en el tiempo. No sólo en el fútbol base, sino en el fútbol profesional. Un proceso lento pero con garantía de éxito.

No me equivoco al decir que muchas de mis experiencias son significativas y es incluso necesario darles valor y ponerlas en conocimiento para ensalzar esa figura tan compleja y que por momentos está denostada: la del formador y la del gestor responsable de sus propios recursos.  El fútbol sin equilibrio es más complejo y por ello es necesario romper una lanza a favor de tener un modelo sostenible. Aprovechar tus recursos al máximo e intentar crecer desde esos cimientos. No es sencillo, pero ejemplos los hay.

Uno de ellos que se me viene a la cabeza es un encuentro casual con José Mérida, Chupe para los amigos y presidente del Atlético Fuengirola, equipo de fútbol base de Fuengirola. Para la temporada próxima querían dar un salto de calidad, mejorar el rendimiento de sus equipos. Pretendía que le aconsejara sobre el perfil idóneo de los entrenadores. La respuesta fue inmediata: “Chupe, hay que apostar por entrenadores que sepan trabajar en equipo, con ganas de mejorar y que sigan las directrices de una dirección técnica competente”. Recuerdo que le remarqué lo de ‘competente', entendiendo que la capacitación de ese puesto es una de las claves para el buen funcionamiento y gestión de los recursos disponibles.

Como estaba un tanto desanimado, le comenté que el trabajo que estaban realizando los clubes de fútbol base en la formación deportiva y del personal de los chavales era digna de elogio, que el rendimiento clasificatorio era secundario. Que dirigir de forma altruista una entidad deportiva con 16 equipos, con 250 jugadores/as es de un valor incalculable para la sociedad. Que debía estar satisfecho y orgulloso, y que siguiera el ejemplo de modelo de gestión de Juan Gambero Culebra, presidente durante 30 años de AD Las Lagunas (Mijas Costa), donde primaba el proceso y la formación de los jugadores. Fui entrenador y coordinador en dicho club, además de padre de dos de sus jugadores. Recuerdo algunas frases de Juan que eran claras y contundentes: “si descendemos, la temporada próxima ascenderemos” y “primero recaudo y luego hago el presupuesto”.

Los modelos de gestión sostenibles facilitan la consecución de los objetivos, tanto sociales, deportivos e incluso clasificatorios. En este sentido pondré como ejemplo la gestión del Málaga CF siendo presidido por Fernando Sanz durante la temporada 2008-09. La situación era de autentica austeridad, Fernando nos decía que a los rivales y jugadores había que hacerles un seguimiento por vídeo, que no había dinero para viajes. Pese a ello, optimizando recursos, el equipo desplegó un juego atractivo para el aficionado y se clasificó en octava posición.

Son sólo algunos ejemplos de maximizar los recursos con los que se cuentan sin despilfarros ni locuras. Hay muchos casos parecidos o espejos en el que mirarse en el mundo del fútbol, incluso en Primera División. Una buena gestión es avanzar sobre pasos firmes. Un camino que está emprendiendo el Málaga actual que a buen seguro pronto recogerá sus frutos. Es cierto que el club blanquiazul está en una situación complicada, pero está montando las bases para hacer un proyecto de futuro interesante.

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