Bordalás desactiva el plan de Valverde y el Getafe se lleva un punto de Barcelona tras igualar a cero. Segundo empate consecutivo del Barcelona, que deja a los 'culés' con siete puntos de ventaja con respecto al Atlético de Madrid.
La fatiga del duro mes de enero comienza a hacer mella en el Barcelona. Los azulgranas mantienen el invicto, pero empataron por segunda semana consecutiva, esta vez ante el Getafe, y el Atlético se acerca en Liga a sólo siete puntos, que hace un par de semanas eran 11.
Planteó Bordalás el mismo partido que en el Alfonso Pérez y esta vez el plan salió a la perfección. Si entonces fue Paulinho el que salvó a los 'culés', esta vez no hubo redentor y el Barcelona pinchó tras regalar una nueva primera parte en la que prácticamente no paso nada.
Porque el primer tiempo casi no existió. Sirvió para que el público le diera la bienvenida a Yerry Mina y poco más, dado lo bien plantado que estuvo el Getafe y las nulas ideas ofensivas de los Messi, Coutinho y compañía en la tarde de este domingo.
Mal Coutinho.
Especialmente espeso estuvo el brasileño, que cuajó su peor partido desde que es azulgrana y sólo dejó dos fogonazos en la reanudación, justo cuando Valverde amenazó con sustituirle por Iniesta.
Por parte 'azulona', no todo fue defenderse. La pelea de Ángel, la calidad de Portillo y la velocidad de Amath generaron varias oportunidades para los visitantes, pero el Getafe estuvo especialmente inocente en la definición, sobre todo un desdibujado Gaku, que firmó un partido opuesto al del Alfonso Pérez.
Más ganas que fútbol.
La esperada reacción 'culé' tras el descanso no terminó de llegar, aunque las circunstancias y la necesidad de no fallar acabaron por hacerle empujar al Getafe hacia su área. Entraron Dembélé y Paulinho además de Iniesta, pero el francés estuvo horrible y el brasileño tuvo una presencia meramente testimonial.
Con todo, los azulgranas pudieron haberse llevado los tres puntos, pues Yerry Mina y Luis Suárez rozarían el gol en sendos remates de cabeza perfectamente abortados por Guaita. Fueron los últimos estertores de un Barcelona que cerró un nuevo partido para olvidar y que recibirá con ganas una semana entera de descanso tras el eterno mes de enero y la clasificación para la final de Copa.