El 'heredero' de Vieira cuelga las botas a sus 32 años
Después de más de una década viviendo un calvario con las lesiones, Abou Diaby ha decidido poner punto y final a su trayectoria como futbolista.
Era uno de los futbolistas franceses más prometedores y con solamente 19 años ya se había hecho un sitio en el gran Arsenal de Arsène Wenger, pero una terrible entrada durante un duelo ante el Sunderland acabó con el que debía ser uno de los centrocampistas dominadores de la última década.
Y es que en ese duelo (disputado en mayo de 2006), Diaby se fracturó su tobillo derecho, comenzando así un auténtico calvario de lesiones que no ha tenido fin.
Desde ese momento, los pasos por el quirófano se hicieron muy habituales por el galo que, tal y como recoge 'Marca', pasó de baja 2.156 deías de los 3.435 que estuvo con contrato en el Arsenal.
Aun así, su gran calidad, trabajo y conocimiento táctico le hizo acudir al Mundial de 2010 con la Selección Francesa, aunque no tuvo mucho éxito en un campeonato marcado por la polémica para el cuadro galo.
Sin embargo, tras Sudáfrica, las lesiones siguieron llegando, marchitando poco a poco cada parte de su cuerpo (ingles, gemelos, ligamentos de la rodilla, tobillos...) y haciendo la disputa de un partido toda una odisea.
Su estado físico le hizo dejar atrás el Arsenal, club al que había llegado procedente del Auxerre como 'heredero' del gran Patrick Vieira, que en la misma temporada de su llegada se marchó a la Juventus.
Pese a todo, su espíritu de superación le hizo no abandonar y tratar de probar una última aventura en el Marsella, pero su cuerpo siguió sin responder, disputando solamente dos partidos en su última campaña (2016-17) con el conjunto galo.
Ahora, con solamente 32 años, Diaby cuelga las botas y por fin tendrá descanso, pudiendo reposar en un sofá su maltrecho cuerpo, pensando seguramente en lo que pudo ser y no fue.