Louis Van Gaal puede presumir de títulos y finales, pero al veterano técnico holandés, que ha anunciado que deja los banquillos, se le reconocerá especialmente por su buen ojo para hacer debutar futbolistas.
Van Gaal fue el artífice de la generación del Ajax que a mediados de los 90 levantó la Champions. Jovencísimos jugadores como Kluivert, Davids, Overmars o Van der Saar, entre otros, reinaron en Europa de la mano de Van Gaal.
En el 97 llegó al Barcelona y pocos meses después le dio alternativa a un mediocampista imberbe al que llamaban el 'nuevo Guardiola'. Era Xavi Hernández, marcó en la Supercopa del 98 y fue campeón del mundo juvenil en el 99.
Casi a la par Van Gaal hizo debutar a Carles Puyol. Ni siquiera la melena leonina del defensa hizo cambiar la idea de un técnico conocido por sus métodos estrictos y por imponer una férrea disciplina. Pese a su aparente mal humor, destacan de Van Gaal su simpatía en las distancias cortas.
Puyol y Xavi, aunque ya destacaban en La Masia, se hicieron un hueco en la primera plantilla con Van Gaal. En su segunda etapa en el Barça, al que regresó en 2002, hizo debutar a otro chico de aspecto frágil llamado Andrés Iniesta. Fue en Brujas.
También le dio la alternativa a Víctor Valdés, aunque con el meta de L'Hospitalet tuvo en poco tiempo diferencias hasta el punto de que Valdés quedó apartado y casi sale del Barça.
Más allá de sus dos Ligas y su "siempre negativo, nunca positivo", Van Gaal pasa a la historia por descubrir al mundo talentos que han hecho al Barcelona campeón de Europa hasta en cuatro ocasiones en la última década.
Sin la mano de Van Gaal y su ojo para detectar buenos futbolistas (práctica que también llevó a cabo en el Bayern con Müller o el United con Rashford, por ejemplo), no se puede explicar el Barcelona de Rikjkaard ni el heredero de éste, el Barça de Guardiola.