El karma de Adrián San Miguel
Se quedó sin equipo, entrenó con un modestísimo equipo de Primera Andaluza, le agradeció la oportunidad con un cheque para material... y ahora podría jugar la Supercopa de Europa con el Liverpool.
Cuando se retire, Adrián San Miguel podrá contarle a sus nietos todo lo que le sucedió en este verano de 2019. Y cómo todo acto bondadoso que uno lleva a cabo en la vida suele tener su recompensa.
El guardameta dejó el West Ham después de que los 'hammers' prefirieran apostar por Roberto, un meta de perfil similar, para defender su portería en los próximos años.
Sin club, decidió que era mejor no apresurarse y volvió cerca de casa, a entrenar en la modesta Unión Deportiva Pilas. Allí trabajó día a día mientras escuchaba ofertas y elegía la mejor opción.
Era prioridad del Real Valladolid, pero esperó al final del mercado en Inglaterra, pues sabía que allí contaba con bastante cartel por sus actuaciones en el pasado.
Casi sobre la hora del cierre del mercado, el Liverpool se lanzó definitivamente a contratarle. Corrió, firmó como suplente de Alisson y rápidamente agradeció a la Unión Deportiva Pilas por la ayuda prestada.
Envió una postal al modesto equipo andaluz junto a un cheque para que compraran material y equipamiento. Adrián podrá contarle a sus descendientes que el club hizo público su gesto y todo el mundo conoció el bonito detalle del arquero.
Pero no acabó ahí la cosa. Alisson se lesionó en el primer partido de la Premier League y Adrián tuvo oportunidad de estrenarse como 'red' casi a las primeras de cambio. Además, con la Supercopa de Europa a la vuelta de la esquina, será el meta del Liverpool salvo sorpresa mayúscula. Una historia de confianza en uno mismo y superación y que servirá a las generaciones venideras para saber que, en ocasiones, los actos de buena fe tienen una recompensa directa en el futuro.