En el tramo final del partido, el Nantes protagonizó un amago de remontada que solo sirvió para dejarles con un buen sabor de boca. El Olympique de Lyon pudo contener lo suficiente su ventaja como para acabar venciendo por 3-4.
Un torbellino llamado Cherki se hizo con el control del partido nada más empezar este. A sus 16 años, regateó al guardameta rival en el primer minuto del encuentro y firmó el 0-1. Se convirtió en la alegría de los suyos en una contienda en la que irían de más a menos.
El joven volvió a ser clave en la segunda diana: solo tardó ocho minutos en materializarla con otra buena jugada. Ello hundió moralmente a los locales, a los que les costó llegar con peligro al área rival. La concentración atrás no estaba siendo la mejor.
Aun así, Emond se encargó de recortar distancias unas cuantas jugadas después. Tampoco estaban pasando los 'gones' por su mejor momento en lo que a sus zagueros se refiere y lo pagaron así, pero Cherki robó de nuevo el enfrentamiento con una gran asistencia.
Le puso un balón clave a Terrier y este no lo desaprovechó para batir al cancerbero. Fue un 1-3 que facilitó mucho la charla de Rudi García en el descanso. En el segundo acto, los de casa fueron avanzando poco a poco y con peligro, pero seguían siendo frágiles defensivamente.
De ahí que apareciera Dembélé para refrendar la superioridad que los suyos habían estado demostrando durante todo el encuentro. Con tanta lejanía en el marcador, el Lyon se relajó y casi tiene que vivir un desastre en las postrimerías del partido.
Louza, en el 83', y Simon, en el 87', marcaron dos goles para ponerse 3-4 en el electrónico. Las gradas lo estaban dejando todo para animar a los futbolistas y estos parecían convencidos de que la remontada era posible, pero quedaron en el intento.